Niño, esta semana estamos poco animados por aquí. Han sido días de darle mucho al tarro pa terminar llegando al final a la conclusión de siempre.
Falleció don Miguel Castillejo y faltó tiempo pa darse cuenta de la ingratitud de muchos de los que, cuando partía el bacalao en Cajasú, reptaban pa estar cerquita de él. Así cogían número en la cola pa poner la mano y de paso, aprovechando la coyuntura, salir en las fotos. ¡Cuántos de estos se echaron en falta en el funeral, niño! De las Cofradías, pues algunas estuvieron a la altura y de otras mejor prefiero no hablar, que puede subir el pan.
La vida es así, niño. Manda el maldito parné de la canción, que atrae a las moscas como lo hace la m... ¡Marchando tres medios de fino, señores!
Perdona, niño... Te decía que el mundo está lleno de ingratos... También parece que de ciegos y sordos. Hay juntas de gobierno recién estrenadas que desoyen los avisos de los que se fueron y no ponen pie en pared a los desmanes de algunos que tienen cerca. Ya sabes: cualquier cosa con tal de no reconocer que se la están dando con queso y ellos se la están tragando. No hay más ciego que el que no quiere ver... ni mayor levedad que la del que ya no está. Porca miseria, niño, porca miseria.
Julio el Tabernero