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sábado, 16 de abril de 2016

Mi luz interior: Recuperemos a Redención para Córdoba


Fue casual. Estaba revisando con mi hija vídeos de la Semana Santa que hace solo unos días se nos escapó de las manos, aunque ya parezca haber transcurrido un universo, y nos encontramos con uno que encendió mi emoción de manera repentina, con la mera aparición de un nombre en su título… Redención. El documento, de más de veinticuatro minutos, corresponde a la salida procesional del trono de la Cena de Málaga del pasado Jueves Santo que ha gozado del acompañamiento musical de todo un símbolo de la música cofrade de las últimas décadas, un emblema del estilo de Agrupación musical, que tanto sabe a cofradía, y tan denostado y menospreciado en los últimos tiempos.

Desde los primeros instantes del vídeo, mi sentimiento quedó completamente anclado a la pantalla, cuando las inconfundibles notas de Rocío del Cielo alimentaron mi memoria cofrade y me arrastraron a ese pasado que ahora parece tan lejano y olvidado por muchos. Los recuerdos de un Martes Santo de pandilla juvenil con el Nazareno de la Trinidad avanzando por la calle Tesoro al compás de Redención de Córdoba erizaron mi vello e inconscientemente cerré los ojos, y con la música que el vídeo me regalaba rememoré al Señor de la Santa Faz por la Plaza de San Juan buscando la Catedral, o a Nuestro Padre Jesús de la Fe caminando poderoso y decidido por las jóvenes calles de Poniente rumbo a la Córdoba antigua… y no pude evitarlo y el sentimiento encadenó mis sentidos camino de la emoción perdida.

Rocío del Cielo, Y al tercer día, Virgen de las Angustias… y el recuerdo imborrable de más de un cuarto de siglo, que se dice pronto, de compás de la Huerta de la Reina al servicio de la música cofrade y las hermandades cordobesas, que descansa ahora en un rincón privilegiado de la memoria colectiva de esta Córdoba ingrata que rechaza lo bueno que posee para acoger entre sus brazos a casi todo lo que recibe de fuera, en ocasiones sin que se derive de unos méritos concretos, más allá de la simpleza infinita de provenir de allende nuestras miopes fronteras.


Nazareno de la Trinidad, Redentor Nuestro, Sagrada Cena, Estrella Redentora, o esa joya llamada Señor de San Basilio… y tantas marchas que sin ser propias, todos los cofrades cordobeses relacionamos con ese sonido inconfundible de Redención que forma parte indisoluble de nuestra historia. Tantos recuerdos cada Sábado de Pasión en aquél concierto que para muchos siempre significaba la cita ineludible que representaba el auténtico comienzo de nuestra Semana Santa y que comenzaba a orillas del barrio con un pasacalles que ya forma parte de nuestra historia y culminaba del mismo modo en que lo hacía entonces cada Lunes Santo en San Fernando, antes de que la Reina de la Huerta caminase bajo el azul del cielo de Córdoba, con uno de los momentos mágicos que forman parte de mis recuerdos… cuando Jesús de la Redención atravesaba el cancel de su templo y la marcha real siempre daba paso a esa maravilla que se llama ¡Estrella!, y que Francisco González Ríos tuvo a bien titular entre signos de admiración, como premoción de que aquella partitura jamás sería una marcha más, sino todo un himno para un barrio, una hermandad y una cofradía y cuyas notas cerraban las puertas de San Fernando entrada la madrugada del Martes Santo,  entre una mezcla de llanto emocionado y sonrisas de satisfacción de quien sabe que está viviendo un momento único, íntimo y singular.


El vídeo fue ganando en intensidad a medida que mis recuerdos se desgranaban en mi memoria, hasta que en minuto 19 provocó el brillo en mi mirada. Unas lágrimas incipientes a medio camino entre la nostalgia de los años perdidos y de la imborrable evocación de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto subiendo la calle de la Feria al son de un auténtico icono de la música procesional. En ese momento, en el video sonó Oración y el tiempo se detuvo un instante. Que me perdonen los cofrades malagueños pero no pude por menos imaginar al Señor avanzando tras su cortejo verde y blanco entre el azahar primaveral o a Jesús de la Redención desbordando la calle Goya o los Jardines de Colón montando un auténtico lío y a la Córdoba Cofrade volviéndose literalmente loca con una marcha que es bandera de una Agrupación que la desmemoria y la falta de generosidad de unos y otros ha obligado a triunfar lejos de nuestras orillas y que Dios quiera que algún día recupere el lugar que jamás debió perder.

Devolvamos entre todos a nuestra Agrupación al sitio que le corresponde, reivindiquemos entre todos a Redención para Córdoba… luchemos y hagamos para que regrese a casa.


Sonia Moreno









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