Blas J. Muñoz. Durante el pasado mes de abril, el Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel, concedía entrevistas en diversos medios. Desde la publicada por Córdopolis hasta la que se podía leer en ABC de Córdoba y cuya autoría se debía a Luis Miranda. En esta última, el mencionado periodista realizaba un extracto de la misma en el que destacaban varios puntos de interés sobre los que reflexionaba Gómez Sanmiguel.
Uno de las que llamaban la atención radicaba en la afirmación de que "hay hermandades que no quieren renunciar a lo que han conseguido de poder entrar en años anteriores al interior de las naves catedralicias". A este respecto parecía aventurar una solución al expresar que "habrá que buscar la forma de compaginar esos legítimos intereses con el interés común de poder bajar la carrera oficial a la Santa Iglesia Catedral".
En otra entrevista, publicada semanas más tarde, para este medio, el candidato a la reelección del máximo ente cofrade se despachaba con una frase corta y enigmática, al ser requerido por la carrera oficial que nos espera, en caso de que saliese elegido: "Una carrera oficial única en un marco único". Ocho palabras que, tras lo acontecido el pasado martes, no dejan de tener su relevancia.
Y es que la propuesta presentada por la junta de gobierno de la Agrupación implica un traslado a la Catedral cuyo paso por la misma solo discurriría por el Patio de los Naranjos. Sin acceso al interior de las naves de Santa María de la Asunción, en este aspecto radicarían buena parte de las reticencias de las hermandades que, hasta la fecha, han venido accediendo. Toda vez que las palabras del Presidente parecen contradecirse con lo que declaraba en abril para ABC.
No obstante, las reuniones personalizadas (por días) puede que limen las posibles asperezas suscitadas y encuentren "la forma de compaginar esos legítimos intereses". Sea como fuere, la salida de esa posible carrera oficial por Santa Catalina, dirección Cardenal González, también supone un escollo para algunos de los responsables cofrades, puesto que la salida natural hacia la Calle de la Feria implicaría afinar al máximo la confluencia con las corporaciones que transitaran por la misma camino de un futurible palquillo de entrada en la Puerta del Puente.