Carlos Gómez. Nuestra Señora de la Palma, la maravillosa dolorosa de Francisco Romero Zafra, es seguramente una de las imágenes devocionales de Córdoba más desconocidas por el gran público. Un desconocimiento injusto porque estamos ante una de las bellezas más rotundas e indiscutibles de cuantas se hallan atesoradas en los templos de la ciudad. Para atestiguar este extremo, con hechos y no palabras, nuestro compañero Antonio Poyato estuvo en su besamanos, muy cerca de Ella, donde materializó esta excelente muestra de su hermosura.