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jueves, 22 de octubre de 2015

Reflexiones desde el llamador


Guillermo Rodríguez. El mundo del martillo encierra en su interior un indiscutible conglomerado de pasiones y sentimientos que se arremolinan alrededor de un oficio, el de costalero, que constituye uno de los elementos esenciales de nuestra Semana Santa tal y como hoy la conocemos y que despierta un irrefutable interés entre profanos y consumidores de información cofrade.

En virtud de estas premisas, desde Gente de Paz hemos querido acercar a nuestros lectores, las reflexiones y la visión de algunos de los hombres que en la ciudad de San Rafael, soportan el peso de la responsabilidad de dirigir a algunas de las cuadrillas más consolidadas de nuestra actualidad. Cofrades, cada uno con su propia personalidad e idiosincrasia, que tienen mucho que decir y que aportar y de cuyas entrevistas, realizadas siempre de cerca, hemos querido extraer, en esta primera entrega, a modo de recapitulación, algunos de sus pensamientos, los que se nos antojan más interesantes. No pierdan detalle porque sus respuestas no tienen desperdicio...


David Pulido

¿Qué capataces han sido sus referentes?

En Córdoba valoro mucho el trabajo de Carlos Herencia, Curro, Rafael Muñoz, Javier Romero, José Luis Ochoa, David Arce....de fuera me inclino por Manolo Santiago y su hijo Antonio, Juanma López, los Villanueva... De todas formas creo que se aprende de todo aquel que se pone delante de un paso (para bien o para mal).

Durante estos últimos años ha dirigido la cuadrilla de la Virgen de los Dolores ¿Qué motivos le empujan a dimitir como capataz?

Son motivos muy personales. Fundamentalmente creo que ha concluido esa etapa. Tampoco puedo ocultar mis diferencias y discrepancias a la hora de ver las cosas con otras personas. Ni puedo permitirme, por lo que represento, actuar de determinada manera.


Rafael Giraldo

Llega a convertirse en capataz de la mano de Fernando Morillo. ¿Cómo valora esta faceta?

Fernando es un excepcional capataz, nuestra ciudad le debe muchísimo, su trayectoria lo avala. Me transmitió unos valores de lo que es este trabajo, la base de todo, que es una buena igualá, la cultura por una buena herramienta de trabajo para el costalero, que es la ropa y el hacérsela y ponérsela correctamente y el orden y la disciplina bajo un paso, el control milimétrico de todo cuanto rodea a un paso, hablar de Fernando, es sin duda hablar de un maestro. Es una persona de la cual aprendí muchísimo.

De su labor al frente de la cuadrilla de la Estrella, ¿Qué destacaría?

Pues, la verdad, es que he tenido el privilegio de poder moldear y dar forma a una cuadrilla, cosa que es muy difícil, pues hoy día, cuando un capataz aterriza en una cuadrilla, ya tiene vicios adquiridos, esto, ha hecho que esto sea lo que nos diferencie a día de hoy de otras, hemos realizado un trabajo durante estos años, dónde hemos fusionado lo devocional con la afición, dándole un estilo definido al andar al palio y dotando el mismo de un sentido a nivel de concepto y de idea de paso, es un palio "De Barrio", con una elegancia "Sublime". Todo ello, ha resultado más fácil, pues sin duda tengo una gran ventaja sobre otros compañeros, no tengo una cuadrilla normal, Mi Estrella, me reservó a la mejor de todas y además me regaló al mejor equipo posible para que fuera conmigo.

También forma parte del equipo de capataces de Antonio Jesús Ortega en el misterio del Buen Suceso. ¿Qué destacaría de esa faceta?

La verdad, de esta faceta de mi vida lo destacaría todo, es un tremendo acierto, me he encontrado con un gran amigo y hemos formado una simbiosis perfecta, junto con el resto del equipo, todo es bueno allí, un ambiente extraordinario, el trabajo que estamos desarrollando va en proceso evolutivo y los resultados, saltan a la vista, creo que el Señor del Buen Suceso, ha realizado una grandísima salida en este 2015 y estoy muy orgulloso de mi gente de San Andrés. Me encuentro muy a gusto, con el equipo y, cómo no, con el pedazo de cuadrilla que allí tenemos, magnífica, una gente encantadora, que hace que el llegar a San Andrés hace dos años, haya sido llegar a mi casa.


Carlos D. Lara

¿Qué falta y que sobra el "mundo de abajo"?

Al mundo actual de abajo le falta una buena dosis de mármol a mármol y se acababa un poco con el postureo de algunos.

Y le falta que alguien les explique que aunque está muy bien ser costalero por afición, tienen que tener un respeto hacia el compañero y por supuesto hacia lo que llevan encima.

Y en la Semana Santa...

Un criterio serio para la admisión de cofradías.

Durante estos últimos tiempos ha habido muchos cambios en torno al llamador ¿Cuál es su opinión?

Habrá de todo como en botica, pero no soporto los cambios de martillo x haberse posicionado de un lado u otro en unas elecciones. Si estaba realizando el capataz un buen trabajo hay que dejarlo ya que las consecuencias las sufren los de abajo.


Rafael Muñoz Orozco

¿Tras estos años has visto algún cambio de aquella Semana Santa de la que te hablaba tu abuelo, en la que empezó tu padre y, la que vivimos actualmente?

Desde la época de mi abuelo hasta ahora ha habido un cambio brutal sobre todo, en cuanto a la mentalidad de los cordobeses, hoy en día hay más devoción y corazón.

Hay muchos mas cofrades y las cofradías han avanzado muchísimo, creo que son los dos factores que han hecho que haya cambiado todo a mejor.

Hace muchos años, tu padre y yo tuvimos una conversación de la que nadie ha sabido nunca nada. Palabras que me dijeron mucho de su persona. Hablamos muchísimo del maestro, de tu abuelo y, aquellos años que vivió y como los vivió tu padre en su infancia. ¿Qué te aconseja tu padre a ti directamente como cofrade?

Me consta esa charla. Mi padre me ha enseñado sobre todas las cosas que la familia está por encima de cualquier Cofradía. Siempre hay que tener un cierto equilibrio entre esta, digamos “afición” y, la familia.


Pachi Giraldo

¿Cómo ha cambiado el mundo de abajo desde tus comienzos hasta hoy?

El mundo de abajo ha cambiado mucho. Antes el día del ensayo era casi una fiesta para los que íbamos a ensayar. El prólogo, el ensayo y las reuniones de después de los mismos. El ambiente que había antes era mucho más sano, no había tanto interés como lo hay ahora.

Ahora el costalero tiene un máster hecho en muchos aspectos del costal, cierto, como se cuidan las ropas, como se hacen, como se anda, pero falta respeto hacia los que hay. El respeto se gana con los años y los buenos modales.

¿Costaleros de afición, o por devoción?

Los dos. Tan importantes son unos como los otros. Importantes son los costaleros de devoción e importantes son los costaleros de afición. Hoy en día hay cuadrillas de devoción que son de su hermandad y es bueno que sepan cuidarla. Hoy en día si no hubiese cuadrillas de afición, habría más de una paso con muchos problemas de poder salir a la calle o con carencias de personal.

Algo que no entenderé de los costaleros de hoy, es que, con algunos capataces no falten a los ensayos y con otros tengan siempre una excusa. Si somos costaleros somos costaleros con fulano o mengano o sutano. Prefiero antes decir que no salgo a andar con excusas, y además malas.

Sabes que hay hermandades que no consiguen tener cuadrilla propia. Hermandades que tienen cada año el problema de sacar a sus Titulares con un grupo humano que no consiguen tener. Muchos iluminados, aprovechan para ponerse delante de un paso, con un traje, sin importarles el flaco favor que le hacen a la Semana Santa, o el que puedan estar jugando con personas, con su salud. ¿Verías bien volver a antaño, tener un capataz contratado, incluso pagando los favores suyos o de su cuadrilla económicamente?

Ufff. Telita esta pregunta. Solo te puedo decir que de todo hay en la viña del Señor. Quizás no sea solo culpa de los iluminados sin idea delante de los pasos como me preguntas. Quizás sea culpa de quien lo puso en ese sitio. Quizás sea culpa de la falta de compromiso de los costaleros. Quizás sea culpa del que está delante por no querer aprender y enseñar. El que tenga la posesión de la verdad que hable y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

¿Qué imagen es más bonita la tuya o la mía? Depende de cada uno y de la forma de mirar. Todo depende del punto de vista de cada uno y de cómo miremos o interpretemos este problema. No hay palabras mal dichas, sino mal interpretadas. El vaso está medio lleno o medio vacío.


David S. Pinto Sáez

Se habla mucho de costaleros profesionales. No es un tema nuevo ya que los hubo ¿Te sientes identificado con ese concepto?

Por supuesto que me siento muy identificado con aquellos hombres. De hecho, como ya he comentado antes, pude trabajar con algunos de ellos en la procesión del Corpus Christi hasta hace muy poco. A otros muchos los conocía por coincidir con ellos en el negocio familiar, donde solían pasar a saludar a mi abuelo y mis tíos, e incluso en los montajes del paso del Corazón de Jesús de San Hipólito, por poner algún ejemplo.

Si al hablar de profesionales te refieres a los costaleros actuales que son tachados de profesionales, recuerdo que recientemente invité al capataz sevillano Rafael Díaz Talaverón a una presentación de un libro sobre costaleros (por cierto, escrito por un doctor en psicología y un profesor de psicología, ambos de la Universidad de Sevilla; Rafael Moreno y Moisés Ríos) que hicimos en Córdoba, tras la cual tomaron la palabra diversos capataces, tanto sevillanos como cordobeses. En una de sus intervenciones Díaz Talaverón dijo que costaleros respetados por sacar los pasos de su hermandad son tachados de “profesionales” tan sólo un día después por formar parte de otras cuadrillas donde no son hermanos.

Yo entiendo al costalero como alguien preocupado del trabajo que debe realizar, de la técnica, de los compañeros y por supuesto de la devoción de la que participa; condición esta última totalmente necesaria para que estas labores muestren el sentido que tienen. La cuadrilla debe llevar a la imagen exactamente igual durante todo el recorrido, pues durante todo el mismo habrá personas esperándola para rezarle, pedirle o darle las gracias. La labor de la cuadrilla es presentarle a la imagen de la mejor manera posible y con independencia del lugar del momento del recorrido del que se trate. Sin embargo a veces parece que si el costalero ha pagado su cuota de hermano y/o papeleta de sitio está acreditado para sacar a dicha imagen, pero si no lo hace, no. No podemos reducir estas labores a un tema meramente financiero, donde quien paga es devoto y quien no paga no.

En Córdoba tal vez no haya costaleros suficientes para que ninguno repita, por lo que no termino de entender que se tache de “profesional” a costaleros que hacen una labor muy necesaria para nuestra Semana Santa, sobre todo porque no entiendo que este término sea peyorativo a la vista de cómo eran y cómo se comportaban aquellos hombres.

Eres Jefe Financiero, escritor y un gran amante de la historia ¿Crees que la figura del costalero, como persona poco preparada, está demasiado encasillada?

Uno de los aspectos que permitió el cambio de costaleros profesionales por hermanos costaleros es precisamente la condición de estudiantes de la mayoría de estos últimos en los años de la transición. Aquella ilusión y entrega de la que tantas veces se ha hablado van unidas a la disposición horaria de la que disponían aquellos jóvenes, por lo que ya desde el origen del hermano costalero la preparación, al menos superior que en sus antecesores, era un hecho.

Hoy en día en todas las cuadrillas hay un elevado número de universitarios, licenciados, médicos, arquitectos, ingenieros, empresarios o militares (conozco al menos a uno de cada uno de estos grupos), siendo la mayor bondad de las cuadrillas actuales la unión de los anteriores con repartidores, reponedores o guardas de seguridad. Todos quedan igualados y en ningún caso esta formación reglada es síntoma de un mejor o peor trabajo bajo las trabajaderas, sino de la estratificación social que existe en nuestra ciudad, como indiqué anteriormente.


Luis M. Carrión "Curro"

¿Cómo valoras la evolución en el mundo de abajo, desde esa época hasta hoy?

Ha habido una evolución vertiginosa tanto en lo técnico como en lo humano. Ha ido creciendo conforme lo ha ido haciendo la Semana Santa de Córdoba. Siempre digo lo mismo, ningún tiempo pasado fue mejor, pero recuerdo con mucho cariño aquellas primeras cuadrillas en las que -a lo mejor- se carecía de técnica o de esa que hoy en día sobra. Pero se suplía con más corazón y entrega que actualmente. No quiero decir que hoy no haya entrega, pero en una cuadrilla pelá y mondá como teníamos antes, la capacidad de sacrificio era mayor.

También, el concepto de pasear las cofradías de hoy es totalmente distinto a aquellos años. Antes había que lucirse en los sitios más emblemáticos solamente. Había que salir y entrar. Aquella poca gente se suplía con una capacidad de sacrificio desmesurada...

Pero se te nota un puntito de nostalgia. Quizá, te estás haciendo un poco mayor...:

(Risas). La madurez también se nota. Añoro aquel tipo de cuadrillas porque éramos como una especie de familia. Y hoy tienes muchísima gente y, quizá, hay menos roce humano. Añoro mucho aquellos años.

¿Cómo recuerdas la relación con Manolo Santiago?

Marcó un antes y un después en mi trayectoria como capataz. Tener la suerte de haber trabajado con uno de los mejores capataces que ha dado la ciudad de Sevilla es muy importante tanto a nivel personal como capataz. Haber tenido como amigo a Manolo Santiago es una suerte. Y seguir manteniendo ese vínculo con la Familia Santiago es un enorme privilegio. Cada vez que hemos podido contar con esa familia en Córdoba, ellos sin dudarlo han venido.

Tú sabes la relación tan especial que tenemos con ellos en el Sepulcro. A Antonio no vamos a descubrirlo es un referente dentro de la Semana Santa y, en concreto, con el mundo de abajo. Y tener la suerte de haber contado en los ´90 con Manolo Santiago en aquellas dos salidas del Señor del Perdón, para los que las vivimos fue muy importante.




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