Hola vida:
Hoy necesito escribirte unas líneas. Una carta que guardaré para dártela en el momento que seas capaz de entender lo que en ella te digo.
En esta vida hay que ser valiente, no dejarse acobardar por nada ni nadie, como parece que se sintieron algunos cuando en aquella noche tomaron la decisión de hacer la prueba que aún hoy no está completamente cerrada, o eso parece.
Cariño mío, para tomar cualquier decisión en esta vida tienes que sopesar todas las variables, poseer toda la información encima de la mesa, que no se diga que tienes una rabieta de niña pequeña ni te digan que has estado influenciada.
Si es necesario, cielo, da tu brazo a torcer, no pasa nada por ceder, buscar lo mejor para todos. Busca siempre el bien común, así demostrarás tu madurez, una madurez que te dará los años, aunque algunos parezcan que padecen el síndrome de Peter Pan, demuestra que tú no.
Mi corazón, lucha. Lucha contra ti misma si es necesario, para no caer en la arrogancia de querer ser más que los demás. Si llegado el caso, todos deciden algo contrario a lo que piensas y es lo correcto, únete a ellos, eso es madurez.
Camina con fuerza, con decisión, no des seña de infantilismo, aunque después te acurruques en mis brazos para llorar en solitario como una niña pequeña.
Raquel Medina
Recordatorio Sendero de Sueños: No me dejes de mirar...