Fernando III, se encuentra en 1248 una Sevilla amplia, dotada de un considerable número de mezquitas ubicadas en los distintos barrios, que la conformaban y que en los primeros tiempos de la Reconquista, se consagrarían como iglesias de inmediato dedicadas al culto cristiano, para los habitantes y forasteros venidos con el séquito real.
Determinados historiadores consideran que el término iglesias fernandinas, es inadecuado, ya que los primitivos templos erigidos tanto en Sevilla como en Córdoba, datan de la época de Alfonso X el Sabio, en las postrimeras del siglo XIII y primera mitad del XIV.
El arranque del mudéjar de los templos sevillanos tiene lugar tras el terremoto de 1356, que propició el derrumbamiento de la inmensa mayoría de las veinticuatro históricas parroquias de la ciudad, que no eran sino las antiguas mezquitas sacralizadas. Nace de esta forma el nuevo estilo arquitectónico de los templos, denominado gótico-mudéjar, armonizando la tradición artística islámica local con el gótico proveniente de Castilla.
La incorporación de elementos mudéjares en las iglesias, está presente en las techumbres, vanos y decoración de las mismas. Tan hermoso resultó este estilo artístico que hasta los reyes y la nobleza sucumben ante él ordenando la construcción de palacios y casas señoriales de suma belleza.
Mudéjar es un término derivado de la palabra árabe mudaÿÿan que significa "doméstico" o "domesticado", se empleó para denominar a los árabes que decidieron quedarse en la Ciudad toda vez reconquistada.
Día
Viernes 14 de Octubre de 2014 - Hora: 17.30h. (Rogamos puntualidad)
Lugar de encuentro
Palacio de los Marqueses de la Algaba. C/ Plaza de Calderón de la Barca. Tras el Mercado de la calle Feria.
Duración del itinerario
Tres horas aprox.
Importe
10 euros adultos. Niños menores de 16 años gratis.
Lugares a visitar
- Palacio de los Marqueses de la Algaba.
- Museo del Arte Mudéjar.
- Parroquia de Omnium Sanctorum.
- Iglesia de Santa Marina.
- Iglesia de San Marcos.
Recordatorio Sacra Híspalis. Memoria de las collaciones (II). Las patronas. Crónica y reportaje gráfico