Guillermo Rodríguez. Definitivamente hay personajes condenados por acción u omisión a recibir críticas a causa de sus actos, individuos que dificilmente están afortunados en la toma de decisiones. Parece que ha bastado con empezar a recibir aplausos incluso desde aquellos sectores que más críticos habían sido con la elección del pregonero para que el diestro o quien lo representa decida que hasta aquí habían llegado las alabanzas.
La hermandad de Expiración ha remitido a los medios un comunicado en el que expresa que el pregonero de la Semana Santa de Córdoba 2015, D. Juan Serrano Pineda, “Finito de Córdoba”, ha comunicado en las últimas horas al Hermano Mayor la imposibilidad de asistir a rezar el Vía Crucis en honor del Stmo. Cristo de la Expiración debido a sus compromisos profesionales.
Así pues, la Junta de Gobierno de la Hermandad ha resuelto que sea Dña. Mercedes Delgado, pregonera de la juventud de la Semana Santa de Córdoba 2015 y hermana de la Cofradía quien dirija el rezo del Vía Crucis de Nuestro Titular.
Queda una semana para el Viernes de Dolores, una semana para que todo comience y sólo dos días para prenunciar el pregón de Semana Santa para el que ha sido designado. Hubiese sido suficiente con continuar por la senda iniciada y aguantar "en los medios" unos cuantos días más, y más allá del resultado de la lectura del texto el próximo sábado, podría haber superado con un meritorio aprobado el entuerto a el que otros le empujaron y él solito se metió.
Primero fue su ausencia el Viernes Santo, cuando la Virgen de los Dolores, a la que tanta devoción le profesa, camina por las calles cordobesas, para torear en Benidorm y ahora, dos días después de haberse hecho pública su presencia, a falta de un sólo día para realizarse probablemente el culto más importante que realiza la Corporación de San Pablo cada año, ha dejado tirada a la hermandad, así, como suena, que ha recurrido a la Pregonera de la Juventud.
Ironías del destino, la jugada le puede haber salido perfecta a la hermandad sin haberlo pretendido, al tener que sustituir a un orador que otorgaba, visto lo visto, nula importancia al culto que se va a desarrollar mañana, por otra que con total seguridad imbuirá de sentimiento cofrade verdadero al importante evento que tendrá lugar. Ya ocurrió el año pasado en el que el Señor Cremades declinó su participación y todos salimos ganando con la excelente y sentida alocución de Miguel Ángel de Abajo.
Quizá ha llegado la hora de que la propia hermandad del Viernes Santo se plantee que no es imprescindible que sea el pregonero quien rece el Vía Crucis, al menos mientras la Agrupación de Cofradías se empecine en elegir a personajes a los que la Semana Santa de Córdoba no les importa en absoluto. Sea como fuere les invito a acudir mañana a San Pablo. Si no conocen este Vía Crucis les sorprenderá; les garantizo que no les dejará indiferente. A fin de cuentas, El Único que importa, seguirá estando allí.
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