Juan Pérez. Los cuatro últimos años en la Hermandad de Pasión no parecen haber sido fáciles y más si tenemos en cuenta lo sucedido durante el último medio año, desde que dimitiera Javier Criado, por los motivos que ya se dieron a conocer en su día y en los que pesó una denuncia del Colegio de Médicos.
Desde entonces hasta ahora, la cofradía del Salvador ha estado gobernada por su Teniente de Hermano Mayor y candidato a las próximas elecciones de mayo, José Luis Cabello Flores. Siete meses en los que no parecen, ni de lejos, haberse resuelto las diferencias latentes en el seno de una cofradía a la que el otro candidato, José María Machuca, afirma que quiere devolver su identidad tradicional.
Uno de los aspectos que implicaría este regreso a los orígenes estaría en la supresión del acompañamiento musical a la Virgen de la Merced: "Cualquier otro fin o efecto que se pretenda atribuir a nuestra Estación de Penitencia es ajeno a la tradición secular de la Archicofradía, que la ha verificado siempre en silencio absoluto, con el máximo rigor simbólico, característico orden y rapidez propios de nuestro espíritu ascético y penitencial. En este sentido se declaran inalterables los valores simbólicos que adornan a nuestros Sagrados Titulares, que no podrán ser modificados por criterios extralitúrgicos contrarios a nuestra Tradición".
Pase lo que pase, con música o sin ella, lo que no deja de ser una evidencia es que en la hermandad del Jueves Santo existen dos corrientes opuestas que, en algún momento, deberán tender a la confluencia o entendimiento para propiciar un camino de mayor unión en el futuro.