Dios te Salve Reina de los Cielos, Pura y Limpia Concebida. Joyero y Altar del Altísimo y Oasis eterno que sacia la sed del peregrino. Dios te Salve Cordobesa, Regalo del Paraíso y Vergel de mis oraciones, que te posaste a orillas del Río Grande para santificarnos con tu esencia. Ave María, Bendita entre las mujeres, Espejo infinito de justicia y Puerta de la Gloria. Refugio de los pecadores y Salud para el Afligido. Arca de la Alianza... Virgen y Madre... Te quiero...
Dios
te salve María Inmaculada
la
belleza de Dios está en tu cara
Candelaria
en tu Concepción
llena
eres de Gracia.
Bendita
Tú eres siendo
Palma y Victoria,
entre
los niños hebreos,
Piedad
en los Salesianos,
Caridad
y Esperanza en el Realejo.
Desconsuelo
en la Compañía,
Amargura
misericordiosa en el Alpargate,
Tristezas
y Mayor Dolor en San Lorenzo,
Gracia
y Amparo paseando por las calles.
Relicario
de Amor en San Basilio,
los
Mártires y los Angeles te veneran,
Emperatriz
del llanto,
Dolores
en Córdoba entera.
Salud, Refugio, Dolores y Misericordia,
Traspaso, Consuelo y Expectación
Vida, Dulzura y Esperanza Nuestra
Reina de los Apóstoles, Presentación
Dulce
Nombre y Buen Fin en San José,
Lágrimas
y Nazarena en la Mezquita,
Encarnación
en el Cerro del Amor,
Alegría
y Merced en Santa Marina.
Soledad
en Santiago y San Cayetano,
Esperanza
por el Valle trinitario,
Desamparados
en tus Penas,
Trinidad,
Estrella y Rocío, en la esperanza
de
verte por las calles cordobesas.
en
el Compás de San Pablo,
eres
Angustias, Silencio y Rosario,
Madre
de Dios sin mancha,
ruega
por tu Córdoba cofrade,
Paz
y Esperanza...
ahora
en la estación de cada día
y
en la hora en tu hijo nos reclame,
para
la Córdoba eterna del Cielo,
Señora...
que Dios te Salve.
Manuel Mª Aparicio
(adaptación Guillermo Rodríguez)
(adaptación Guillermo Rodríguez)