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jueves, 12 de septiembre de 2013

Historia de la Hermandad de la Santa Faz

Hermandad Penitencial y Cofradía de Nazarenos de la Santa Faz de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno en su encuentro con la Santa Mujer Verónica, Nuestra Madre y Señora María Santísima de la Trinidad y Santa Marta.

En marzo de 1982, un grupo de jóvenes cofrades comienza a gestar la formación de una nueva cofradía cuyo primer título sería el de Hermandad de Penitencia de la Santa Faz de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima del Perdón, intentando asentarse en la parroquia de Cristo Rey. Ante la negativa de esta parroquia a acoger a la nueva cofradía, marcharán a la Parroquia de la Trinidad donde serán acogidos. En abril del año 1982 se concluye el proceso de elaboración de los estatutos que serán aprobados por el vicario general el 8 de junio. Cuatro meses después, tiene lugar una asamblea general en la que se determina la necesaria modificación del nombre de la cofradía para poder nominar a su futuro titular, pasando a llamarse Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Santa Faz y María Santísima del Perdón. 

En un principio, la nueva cofradía acepta la oferta del párroco de la Trinidad, quien confió a la hermandad la custodia de la imagen de una Nazareno dieciochesco conservado en el mismo templo y cuyo mal estado de conservación obligó a un proceso de restauración realizado por Antonio Rubio y Andrés Valverde, que apenas pudieron conservar la cabeza y las manos primitivas. Así la imagen era bendecida el 30 de enero de 1983. Con vistas a su primera salida procesional, el pasaje que se pretendía escenificar en el paso de misterio obligó a encomendar a Antonio Rubio la hechura de la talla de la Verónica que fue bendecida el 3 de marzo de 1985. En el mes de octubre de ese mismo año se solicita el ingreso en la Agrupación de Hermandades y Cofradías con la intención de realizar su primera salida procesional en el año 1986.

La comisión artística de la Agrupación que debía velar por los mínimos de calidad y adecuación religiosa de las tallas que fueran incorporándose a la Semana Santa cordobesa descalificaba incomprensiblemente, a tenor de lo acontecido en las últimas décadas, tanto la talla del Señor como la de la Santa Verónica, aconsejando la denegación del permiso oportuno para la incorporación de la Santa Faz a las procesiones de Semana Santa en una junta general de la Agrupación celebrada el día 19 de diciembre de 1985. La mediación de don Antonio Gómez Aguilar oponiendo los posibles valores artísticos a la dimensión devocional que en sus hermanos despertaban ambas imágenes, encontró apoyo en algunos hermanos mayores, especialmente los de la Buena Muerte, Esperanza y la Oración en el Huerto consiguiendo que se aceptase por una amplia mayoría la integración de la Santa Faz como una más de sus cofradías integrantes y ésta pudiese realizar su primera estación de penitencia el Martes Santo de 1986 desde el local que los colegios de la Santísima Trinidad poseían en la calle González López.


Después de la Semana Santa de 1987 comienza un proceso reformador que cambiará profundamente el aspecto externo de la corporación. El 22 de noviembre de 1987 se encarga una nueva imagen del Señor al imaginero sevillano Dubé de Luque y otra Verónica al hermano de la cofradía Antonio Salto Román, vendiéndose las anteriores a las Hermandades de la Misericordia y del Santo Sepulcro de Hinojosa del Duque. Las nuevas imágenes serán bendecidas el día 20 de marzo de 1988 por el obispo Infantes Florido.

También en el año 1988 se realiza una modificación en los estatutos para incluir como titular a la Santa Mujer Verónica y reemplazar la advocación mariana de María Santísima del Perdón por la de Nuestra Madre y Señora María Santísima de la Trinidad. También se encomienda la hechura de las Santas Mujeres que debía completar el paso de misterio a Antonio Salto, las cuales se bendicen el día 5 de marzo de 1989 incorporándose al paso de misterio el Martes Santo de ese mismo año. 

El mismo imaginero Antonio Salto es el autor de la talla de la Virgen que el cabildo general de hermanos aprueba incorporar el día 2 de julio de 1989 y que es bendecida el día 9 de diciembre en un acto en el que además le fue impuesto a la imagen el fajín donado por el gobernador militar, general Casinello. 

En el año 1990 se modifica el hábito nazareno adoptándose el actual. En 1991 la cofradía hace estación de penitencia por primera vez en Santa Iglesia Catedral e inmediatamente después comienza el tallado del nuevo paso de misterio.

El 11 de abril de 1995, coincidiendo con la primera ocasión en que toda la procesión puede salir desde el interior de la Parroquia de la Trinidad, sale por primera vez en el cortejo procesional Nuestra Madre y Señora María Santísima de la Trinidad.

Imágenes

Nuestro Padre Jesús Nazareno en su encuentro con la Santa Mujer Veronica es obra de Antonio Dubé del año 1988. El resto de figuras son obra de Antonio Salto Román (1988, 1989 y 2000).


Nuestra Madre y Señora María Santísima de la Trinidad es obra de Antonio Salto Román en el año 1989.



Pasos Procesionales

El paso de misterio es de estilo neobarroco en color caoba, iluminado por candelabros guardabrisas. Tallado en madera de cedro por Guzmán Bejarano y continuado por Talleres Santa Agueda 1.999.


El Paso de la Señora tiene palio en terciopelo azul con bordados de aplicación y orfebrería de alpaca plateada de Hijos de Juan Fernández (1995-2000) y Angulo.



Iglesia de San Juan y todos los Santos (Trinidad)

La construcción de la planta actual de una sola nave data de finales del siglo XVII, entre 1694 y 1705. En estas obras jugó un papel muy destacado fray José de la Rocha, que pidió ayuda económica a los nobles y vecinos del barrio para poder financiarlas. Fray José de la Rocha no pudo ver finalizadas las obras porque murió el 25 de diciembre de 1699. Se cree que las trazas de la iglesia se deben al maestro Francisco Hurtado Izquierdo.

Fray Juan de Toro mandó la construcción del retablo mayor al escultor Juan Fernández del Río, cuyo contrato fue firmado ante el escribano Pedro de Góngora el 19 de febrero de 1724 por una suma de 32.000 reales. Se adorna con esculturas de San Juan de la Mata y San Félix de Valois en el cuerpo inferior, y de Santa Catalina y Santa Inés en el superior, todas realizadas por el propio Fernández del Río. Se ven colosales columnas salomónicas y en la parte central la imagen de la Virgen del Coro, obra de Alonso Gómez de Sandoval. El retablo del Altar Mayor se doró, con las licencias necesarias, durante el mandato de Padre Presentado Fr. Francisco Jacinto Martínez (1757-1760).


En la parroquia se observan varios altares en los extremos de la nave central fechados en el siglo XVIII, como son los del Cristo de la Salud, la Virgen de los Remedios, la Divina Pastora, San José. La sacristía ocupa todo el ancho del presbiterio y es de planta rectangular, donde hay un camarín obra del pintor Ascisclo Antonio Palomino, el cual también realizó las pinturas murales de la bóveda del sotocoro, representando motivos heráldicos y florales que se fechan en 1707.

Las dos portadas que permiten el acceso al templo se construyeron en el XVIII. La principal se encuentra situada a los pies y se terminó en 1.703. Está formada por pares de columnas que sostienen un frontón partido por encima del cual hay una hornacina flanqueada por columnas salomónicas, donde se encuentra una talla de un ángel con hábito trinitario socorriendo a cautivos.

A los pies del templo se encuentra la única capilla que posee el recinto, que estuvo originalmente dedicada al Ave María y hoy se conoce como la Capilla del Bautismo.

Posee este templo también una estimable colección de cuadros de estética barroca, algunos de los cuales proceden de las parroquias anexionadas. La mayoría son obras del siglo XVII.





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