Ayer, día 29 casi uno de los de final de este año, en una discreta calle que se inicia en el lateral de la Parroquia de Santa Marina de las Aguas Benditas, me refiero a la calle Moriscos, calle de las de más solera del barrio y que desemboca en la fuente de la Piedra Escrita, pues bien, hacia la mitad de la calle, en su lado izquierdo hay un pequeño bar, donde tienen su sede varias peñas de las muchas que tenemos en Córdoba.
Una de las que allí residen es la Asociación Cultural de la Piedra Escrita. Esta peña es un crisol del que se pueden sacar numerosos metales de valor, y es en la fecha del 29 cuando una vez más esta Peña nos ha demostrado la calidad humana que en la misma se atesora.
Esta Asociación desde hace años, cada Domingo de Ramos, abre sus puertas muy temprano, al amanecer, y podemos ver como un grupo de hombres y mujeres, se afanan en realizar, un desayuno que de forma desinteresada le ofrecen a la cuadrilla de costaleros del Palio de la Alegría, y a los hermanos costaleros del Resucitado que por allí van apareciendo.
Como la cuadrilla del palio está regentada por D. Juan Berrocal Peligros y su segundo D. Fernando Navarro, y ambos son de los capataces que además de sus labores propias, están pendientes de cada gesto, de cada costalero, de todo lo que se mueve en el entorno de su cuadrilla, acordaron ambos y enviaron a modo de agradecimiento una carta, que cariñosamente entregaron a las mujeres que colaboraban en uno de estos desayuno, firmada por el equipo de capataces, carta que fue enmarcada y pueden leerla ustedes en las paredes del mencionado bar.
Los costaleros de la cuadrilla del palio de forma improvisada acordaron al año siguiente, regalarle a la mencionada Peña una fotografía de María Santísima Reina de Nuestra Alegría, a modo de agradecimiento y que firmada por la totalidad de la cuadrilla, y por el equipo de capataces, y de la misma forma que la carta quedó expuesta en las paredes del recinto.
Pero los socios de la Asociación Cultural de la Piedra Escrita, no quieren que estas cosas queden suscritas a la intimidad de estas acciones, de las que casi nadie tiene noticias, y en su afán de servir constantemente a nuestra Semana Santa y especialmente a la cofradía de su barrio, han determinado homenajear a las cuadrillas de la Hermandad del Resucitado, señalándolos como miembros honorarios.
Y muchos dirán que esto no es importante, pero que nadie olvide que esta Peña es de las pocas que con acierto pleno saben, y han sabido separar perfectamente las actividades carnavalescas de las cofrades, y buena prueba de ello es que la misma organiza anualmente su exaltación a la saeta, y que disfrutaran en unos días de la presencia de su Majestades los Reyes de Oriente, y un largo etc. de actividades y que tienen entre sus socios algunos de los creadores más destacados de nuestro Carnaval.
No quiero que estos pequeños intercambios queden postergados a la intimidad de las cuadrillas de la hermandad de Santa Marina, ni que queden perdidos o tapados por el olvido, y que todo el mundo sepa que en la casa de la Asociación Cultural de la Piedra Escrita hay un grupo de ángeles que cuidan a los costaleros de estas cuadrillas como si en el mismo cielo estuvieran.
Y cuando ustedes pasen por la puerta de su sede, sepan que en el interior de aquellas paredes hay hombres y mujeres que de forma anónima, ponen sus medios y su trabajo al servicio de María Santísima de Nuestra Alegría, y que a este humilde delator, le gustaría que otros estamentos se hagan conocedores de estas pequeñas cosas que forman parte de nuestra semana grande, y que de alguna forma deberían de ser reconocidas y señaladas al resto del personal cofrade, quien diría que algo así no es merecedor de reconocimiento de la misma Agrupación de Cofradías de Córdoba.
Antonio Alcántara