El Ayuntamiento y la asociación cultural Belén Viviente han construido distintos espacios y adaptado sus calles y plazas más emblemáticas para acoger un nacimiento representado por casi 300 vecinos y en el que colabora todo el pueblo.
Las calles y plazas de Torrecampo, alrededor de la iglesia gótico-mudéjar de San Sebastián, del siglo XIV; la Casa Museo Posada del Moro, del siglo XV; o el Pósito Municipal, aparecían ayer habitadas por escribanos, pastores, lavanderas, artesanos, carpinteros o herreros. La construcción en esos lugares por parte del Ayuntamiento de porches, cobertizos y esquinas de piedra, la participación de animales y las vestimentas confeccionadas por los propios torrecampeños dan un gran realismo al belén viviente que casi 300 vecinos representaron ayer por la tarde y que se podrá ver hoy domingo de nuevo, de 17.00 a 22.00 horas.
Tras el éxito del año pasado y con el fin de sorprender a los visitantes, el Ayuntamiento, la peña cultural Belén Viviente y los vecinos han incorporado cuatro escenas más y tres espacios nuevos hasta alcanzar 40 ambientes y escenas diferentes a lo largo de 5.000 metros cuadrados, se ha dado más movilidad a los participantes y hasta se pueden escuchar pequeñas narraciones bíblicas.
Visitantes de Los Pedroches, de otros puntos de la provincia de Córdoba y de otras limítrofes ya disfrutaron ayer de la ilusión, la armonía y la verosimilitud que acompañan a este belén de carne y hueso en el que es posible adentrarse en el castillo de Herodes, ser testigos de la Anunciación a los pastores, saludar a los Reyes Magos o fotografiarse junto al pesebre.
Recordatorio Belenes