Todos, creo que sin dejarnos a nadie, sabemos que la noche del 24 de Diciembre, los cristianos celebramos la noche en que nació Jesús.
Para muchas personas, hasta no creyentes, esta noche tiene también un significado, el familiar, ya que se reúnen con la familia, aunque no tenga más sentido la reunión, que juntar a el mayor número de miembros, y pasar una “buena noche”, o “noche buena”.
Volviendo a nuestro condición, la de cristianos, sabemos que siempre hemos intentado lo que hemos comentado antes en el sentido familiar, intentar pasar esta noche con el mayor número de componentes del foro estrictamente familiar, e incluso, fuera de la familia, como he conocido casos en que se han juntado varias familias, o invitan a alguien que por la razón que sea, no tiene a la familia cerca, o por desgracia, no tiene más familia que la de los amigos que lo acogen como a uno más en su seno.
Recuerdo noches de “Nochebuena” en que íbamos a casa de mis abuelos, con mi tía, mis padres, y este servidor, ya que mis padres, creo que se quedaron a gusto ya conmigo y no necesitaron darme hermano alguno. Estas noches, teníamos como creo, en todas las casas, una mesa con lo mejor que se podía comer, y se contaban anécdotas del año, y las de todos los años. Esas que nos han ocurrido, o reíamos pensando que podrían ocurrir en el futuro.
Luego, partíamos a Capuchinos, dónde celebrábamos con “nuestra familia franciscana”, y “nuestra familia de la Hermandad”, la Misa del Gallo. En dicha celebración, se cantaban villancicos, me viene por ejemplo, el Coro de la Paz y Esperanza, formado por Guillermo e Inmaculada Rodríguez, su madre Trini, Carmen Mari, Antonio Arjona, José Ignacio, “Perico”, Guillermo de la Torre, Ramón Gómez, Antonio Morales y su hermana, Justo, Jesús y Miguel “los mellizos”, Mari Carmen Hurtado, Francisco Montero, María José y Carmen Almoguera, y muchos más...
Luego, tras la Misa, nos acercábamos a la Casa Hermandad, dónde, se seguía una celebración más íntima entre los Hermanos... de nuevo las risas, los buenos ratos y el largo anecdotario de cada uno en su vida de Hermandad, o vida diaria, nos hacían pasar una noche entrañable, y no muy fácil de olvidar. Eran esas noches, en que se conocía más a quién menos habías tenido la oportunidad de tratar y se estrechaban algunos lazos entre “hermanos” que eran ya difíciles de romper con el paso de los años.
Esos años, quedan tan lejanos en el tiempo, como la dificultad a día de hoy de ver a un grupo humano, en aquella Hermandad que recuerdo y la que recuerdo ahora. Nos ha cambiado mucho la vida, metámonos a todos.
Y dejando los recuerdos lejanos a un lado, si recuerdo años más recientes, años, en que he vivido “Nochebuenas” también, sino en Hermandad, (les aseguro que mucho se asemejaba) si en una gran amistad, con personas como el orfebre cordobés Antonio Cuadrado, Mercedes Castro, “Sony”, “Curro”, los imagineros “Antonio Bernal”, “Francisco Romero”, Rafa Jurado, mi “Patillas” de Santa Marina..., personas, que no podría describir, pues me faltarían adjetivos, y que consiguieron que con el paso de los años, recuerde aquellas noches con un especial y grato cariño.
Los últimos años, no es que los recuerde, los tengo más que presentes, y si Dios quiere hoy, volveré a estrecharme en abrazos, con Rafa y ahora, su novia Violeta, muchos de los arriba mencionados y cómo no, mis amigos Manolo y Juan José Cerrato.
Cuando comencé a escribir, tenía clarísimo dónde quería llegar con este artículo, y es que, en estas fechas, lo que más en falta echamos es a los seres queridos, esas personas que aún, sin ser de nuestra familia, nos hacían felices sólo con una de sus sonrisas.
Esas personas, como Manolo Cerrato ha comentado durante toda la Cuaresma, Semana Santa, Cruces, Feria, verano, cada Navidad, que nos han marcado para siempre y que nunca nunca, acabarán por irse, ni perderse una de nuestras “Nochebuenas”.
Por eso os animo, os animo a pasear por la belleza renovada del Teatro Romano, antes como tapado, que Córdoba tiene junto a su ayuntamiento. Y seguir calle arriba, para llegar a “La Gloria”, os animo, de verdad.
Quizás, sentado en alguna mesa, (hágalo antes de ir a cenar con la familia, más bien por la tarde), podamos encontrar a Don Rafael Zafra, y si tienen a bien, pregúntenle por quién le falta este año, de quién se va a acordar en “Nochebuena”. Seguro, que les dirá a alguna que otra persona, pero no pierdo si apuesto, a que no les dirá quién yo les voy a nombrar ahora, “Don Rafael Muñoz”.
La sabiduría de Zafra, no queda sólo en el gusto depurado por las Hermandades, y hacia las Hermandades, y los años, le habrán demostrado, como yo os quiero hacer ver, que las personas que creemos se van, siempre están, por eso, y menos en fechas tan señaladas, son las primeras que sabemos están por nuestro lado. Si se quedan un buen rato hablando con el Señor Zafra, hasta seguro puedan escuchar, me voy ya a casa “niño mío”, me espera la familia para cenar, ¡Que paséis una muy buena noche con vuestras familias! Terminando con aquella risa, que no hay día que muchos no recordemos al menos, una vez.
A buen seguro, otra persona a la que pueden hablar, y con la que pueden hablar, sea con Mario Roldan, y no para comprarle un sombrero en su tienda “Rusi”, sino, para preguntarle cuántas veces durante esta noche, va a comentar cómo ha ido el año con nuestro amigo Diego Luque.
Y es que, y con esto termino, hoy tendremos la oportunidad, es de esas noches en que sucede, se puede pasar una “buena noche en Nochebuena”, con la familia, los amigos, pero si hay algo en especial cuándo salgamos por la noche, y comience el corazón a guiar nuestros pasos, es que a buen seguro, si van a la “Taberna Cofrade El Madero”, cuando Manolo ya intente cerrar la puerta para irse a dormir, que ya amanece, Miguel “El Preciosos” lo convence para que nos ponga la última, que aún es pronto Manolo.
Siempre es pronto, y sabremos que nunca nunca, se irán los seres queridos de nuestra memoria, y menos, para una “Nochebuena” en familia.
¡¡¡ FELIZ NOCHE BUENA, Y FELIZ NAVIDAD!!!
Fernando Blancas Muñoz
Recordatorio La Chicotá de Nandel