Observo anonadado cómo una asociación que se hace llamar talibanes (sí,
es triste y repugnante que esta palabra aparezca en algo relacionado con la
Semana Santa), en defensa de la carga tradicional y la horquilla cuelga una
foto en la que aparece el lema “no al costal en Cádiz”. Manda…
Cargadores, costaleros, hombres de trono, horquillas… ¿qué más da? Los
pies de Jesús y María en la tierra, en definitiva. Nos preocupamos por el
estilo de carga, por si este misterio anda mejor que aquel otro, si aquel otro
copia la forma de llevar el paso de este, izquierdos, costeros, mecías…
Hay demasiada atención en el mundo de “los de abajo”. No lo digo como
crítica, sino como reflexión para todos los cofrades en general. Todos, no sólo
los de abajo, conferimos una mayor importancia de la que tienen los aspectos
que comenté anteriormente. La razón por la que digo esto es que la forma de
andar o el estilo de carga se encuadran en lo que, a mi parecer, pertenece al
terreno de lo secundario de la Semana Santa. Lo más importante en el mundo de
las Hermandades es Jesús, imitar su ejemplo y convertirnos en mejores
cristianos cada vez. Si ponemos por encima al folclore –entiéndase por folclore
la forma de llevar los pasos, bandas de cornetas, bordados, pasos de palio…- de
Jesús, estamos apoyando el tejado de la casa Hermandad sobre el aire. Es decir,
que se nos viene encima.
Así que para aquellos que están pendientes de estas nimiedades, sólo les
invito a que olviden lo que hay debajo de los pasos y que hagan algo tan
sencillo como mirar hacia arriba.
José Barea
Stmo.Cristo del Perdón. Cádiz |
Recordatorio Verde Esperanza