Desde que nacemos nos someten a una serie de valores que vienen precedidos por la educación que recibimos.
Pero desde hace algún tiempo esos valores se ven minorados por cuestiones absurdas. Me explico: parece que ahora está de moda ser un antisistema, conlleve lo que conlleve, crear un partido político, ir de “progre” por la vida y luego tener la más absoluta actitud dictatorial. Nos quieren imponer ideales, quitándonos la libertad de elegir, obligándonos a deshacernos de aquello por lo que nos identificamos.
Me reitero cuando digo que se etiqueta a la Iglesia Católica como una de las mayores mafias del mundo, y por eso pongo más empeño si cabe en retransmitir en estas líneas que precisamente es la organización más grande que existe capaz de cubrir todo tipo de necesidades de los más desamparados.
Basta de condenar lo que ellos llaman fanatismo religioso. No entiendo que puede haber de malo en que una comunidad como es la católica ponga de manifiesto su devoción de cara al pueblo. ¿Dónde queda la libertad de expresión y derechos que tanto defienden?, ¿qué pasa con aquellas personas que se sienten arraigadas al catolicismo?
Desde aquí propongo que el señor Pablo Iglesias deje de aferrarse a la religión como método de obtención de votos, y que se preocupe de buscar otros métodos más éticos para conseguir militantes.
Deberíamos concienciarnos en que el ser tolerantes nos hace sabios, que no una opinión vale más que otra. Simplemente son dos puntos de vista. Pero claro, para ello tenemos que tener todos un mismo objetivo, tener RESPETO.
Estela García Núñez