Rosa cuajada del Rocío de la Santidad. Hoja de palmera que conjuga en sus entrañas, constelaciones de estrellas y florecillas Blancas. Venero de agua bendita, qué súbitamente florece en el alma del creyente. Reina de los ángeles, verbo de Dios hecho luz, para iluminar el sendero del hombre.
Dolor al vacío, “la gran mentira”, como el Ungido llamaba a la muerte. Pasión del hijo- Dios, Gólgota que la naturaleza hizo centro de la vida, suspiros del Nazareno que atusa los cabellos, color virtud, e impregna sus sacros dedos, con las lágrimas del Tránsito de su Santa Madre. Entre cantos de fe, incorpóreamente, el hijo muestra a su madre su reino de Paz Eterna.
Dolor al vacío, “la gran mentira”, como el Ungido llamaba a la muerte. Pasión del hijo- Dios, Gólgota que la naturaleza hizo centro de la vida, suspiros del Nazareno que atusa los cabellos, color virtud, e impregna sus sacros dedos, con las lágrimas del Tránsito de su Santa Madre. Entre cantos de fe, incorpóreamente, el hijo muestra a su madre su reino de Paz Eterna.
José Antonio Guzmán Pérez
Recordatorio Calvario de Iris: Espinas