Miguel Ángel González Jurado nace en Stuttgart (Alemania) en el seno de una familia emigrante de Córdoba, aunque vuelve a España a muy temprana edad.
Cursa sus primeros estudios en los colegios Públicos Julio Romero de Torres y Calderón de la Barca de la capital cordobesa.
A los doce años, se matricula en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos «Mateo Inurria» de Córdoba, en las asignaturas de Dibujo y Modelado, compaginando así sus estudios artísticos con los de Bachiller que lleva a cabo, sucesivamente, en los Institutos Séneca, y Levante.
De esta primera etapa escolar reconoce Miguel Ángel la huella dejada en su formación por profesores como D. Antonio Gallardo retratista, y D. Rafael Rivera; éste le inicia en aspectos concretos de la imaginería, de manera extraescolar.
También por aquellos primeros años, y en sus vacaciones estivales, Miguel Ángel, frecuenta un taller ubicado en la calle de la Feria dedicado al dorado y a la restauración, a pequeña escala, propiedad de los hermanos Camacho, y es, precisamente allí, donde toma su primer contacto con los materiales, los instrumentos y las técnicas.
De este contacto y de los conocimientos que D. Rafael Rivera, hijo del imaginero y restaurador sevillano D. José Rivera, le va aportando al incipiente artista, se va a ir conformando la mentalidad imaginera del joven González Jurado.
Desde 1984 a febrero de 1988, es aceptado en el taller del imaginero sevillano D Luis Alvarez Duarte.
Regresa a su ciudad natal, donde instala taller propio en la calle Antonio del Castillo, cerca del palacio renacentista de los Páez de Castillejo.
Durante su estancia en la capital hispalense asiste también, a clases en la facultad de Bellas Artes, interesándose asimismo, por las labores de restauración, policromía y modelado, profundizando, sobre todo, en el aprendizaje de las nuevas técnicas en dichas tareas.
Paralelamente conoce otros talleres de la capital andaluza, mostrando un especial interés por el de Juan Ventura, aunque en ningún momento trabaja como alumno en ellos.
Persona, González Jurado, de trato amable y cordialidad exquisita, posee una refinada sensibilidad, revelando desde sus inicios unas especiales aptitudes para la imaginería.
Recordatorio Con nombre propio: Manuel Font de Anta