Blas Jesús Muñoz. Hay momentos en que, bajo la trabajadera, en el instante más difícil donde las fuerzas parecen abandonar al empeño y el cansancio se quiere erigir como el único compañero de fatigas, como una aurora que renaciera el arte de lo efímero se transforma en decisión, coraje y quebranto del alma.
Es el veneno que atrapa al costalero y hace de su afición, condición; de su emoción, oficio; de su fe, un modo particular de concebir a perpetuidad la existencia. Y todo ello, como si fuese magia o misterio, gracias a la sola voz del capataz.
La voz que escucharán en el vídeo que, a continuación, les reproducimos es la de Antonio Santiago, mandando a la cuadrilla de la Aurora. Una voz que habla con firmeza y cariño sobre las Hermanas de la Cruz. Sobre el sufrimiento consagrado en una vida plena en relación con el efímero que padece el costalero. Un catálogo de la fe que mueve un oficio, el de portar a la Madre de Dios. Disfruten.
@BlasjmPriego
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