Blas Jesús Muñoz. A nadie escapa la cantidad -para algunos desmesurada- de salidas extraordinarias que, durante los últimos años, vienen produciéndose. No hay más que dar un repaso a las previstas para 2015 (algunas ya realizadas y otras de manera inminente) y se comprueba fácilmente lo ingente de este tipo de procesiones.
Una de las últimas en conocerse, aunque no por ello menos consabida, ha sido la de la Hermandad hispalense de la Hiniesta, la cual celebrará a finales de octubre o principios de noviembre una función en su templo de San Julián y una salida procesional por el barrio que la llevará a las sedes donde han estado en estos cuatro siglos y medio.
Como se señalaba en Pasión en Sevilla y, a la luz de los antecedentes de esta clase de acontecimientos, la de la Hiniesta será una salida "comedida". Toda vez que destaca además el hecho de que la cofradía del Domingo de Ramos no irá a la Catedral metropolitana.
Por otra parte, no es menos relevante el hecho de que la autorización de estos fastos por parte el Arzobispado sevillano ase sitúa como la primera desde que Mons. Juan José Asenjo Pelegrina dictara el Decreto que regula este tipo de procesiones. Toda vez que la corporación de San Julián se ha acogido al supuesto que le permite la salida al acreditar los 450 años desde su fundación.
