La ilustre y fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Córdoba, y en su nombre el hermano mayor y junta de gobierno, agradece y felicita a las hermandades filiales del Rocío de Priego, Puente Genil, Cabra y Lucena por su entrega, dedicación, saber estar y hacer en todo los actos del «Rocío de la Fe» y en nombre de todas ellas agradecemos a la Hermandad Matriz de Almonte el haber engrandecido con su presencia y participación en tan histórico acto y haber bendecido a la ciudad de Córdoba con su glorioso simpecado.
De igual manera, agradecemos al excelentísimo y reverendísimo Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, por su presencia en todos los actos y por colmarnos con su bendición, al Cabildo Catredalicio, consiliarios, capellanes de camino y sacerdotes; al excelentísimo alcalde de Córdoba y a la institución a la cual representa. A la Excelentísima Diputación Provincial de Córdoba y Policía Local; a la Agrupación de Hermandades y Cofradías de nuestra ciudad, a todas las hermandades de penitencia y de gloria, que una vez más han sabido estar y demostrar su Fe y religiosidad popular; a las hermandades filiales y asociaciones rocieras que nos acompañaron, a los voluntarios, que desde su juventud han sabido realizar un trabajo responsable y comprometido; a Córdoba Ecuestre y cuantos la componen y trabajan día a día en ella y a todos los grupos y coros rocieros que cantando rezan por dos veces.
A todos los medios de comunicación, por su trabajo. Agradecer a todos los hermanos, que es el mejor patrimonio que tenemos las hermandades, que una vez más han dado verdadero testimonio de Fe. Y al pueblo de Córdoba, que llenó las calles al paso de nuestra Bendita Madre.