En una tertulia entre cofrades se oyó de pronto: “Para que alguien haga filigranas con el lenguaje y califique de juncos cincelados una genialidad de la orfebrería como son los varales de la Virgen de las Aguas, tiene que haber quien previamente haga las gestiones para que se pueda pagar semejante trabajo a un orfebre. Entérate, antes de cualquier metáfora hay un trabajo que muy pocas veces se ve y casi nunca se aprecia”.
Vayamos a otro ejemplo. Cuando el Arzobispado envió por sorpresa en 2001 una carta a tres hermandades (Baratillo, Calvario y Carretería) imponiendo la igualdad de derechos y obligaciones en pleno agosto, se inició una larga negociación que acabó con el famoso exhorto pastoral que terminaba por respetar que cada hermandad hiciera los cambios a la velocidad que considerara oportuna. Pero para llegar a esa pacífica solución también tuvo alguien que emplearse a fondo, alzarse como interlocutor válido y redactar el exhorto una noche de calor en un velador de la calle Adriano, ¿verdad Joaquín Moeckel? Sí, el propio Moeckel redactó junto al inolvidable canónigo García Vázquez el documento que firmó después el cardenal.
Recordaba estas intrahistorias con motivo de las gestiones realizadas por el hermano mayor de la Macarena para hacerse en 2014 con dos de las firmas más reconocidas del panorama artístico nacional: Ignacio Tovar, que hará el cartel de la Semana Santa que edita cada año la hermandad, y Guillermo Pérez Villalta, que hará el de los 50 años de la coronación canónica y, además, el diseño de un manto de salida. Ojo a este último encargo porque la hermandad pone ya las bases para tener un cuarto manto de salida cuando las circunstancias económicas lo permitan. Por el momento sólo se tendrá el boceto. Que no es poco.
El incombustible Manuel García, que a sus 80 años sigue marcando hitos, vivió un intenso miércoles acompañado en todo momento por el pintor Ricardo Suárez, a quien pidió asesoramiento para tan importantes encargos. Ignacio Tovar fue recibido por ambos el miércoles por la mañana en la hermandad. Tovar visitó el museo, atendió a las explicaciones del hermano mayor, que le mostró el cartel de las cuatro caras que el propio Suárez pintó en 2005 y que la hermandad incluyó en su museo, le habló de la obra de artistas macarenos emergentes como Nuria Barrera, y le enseñó, cómo no, el cartel del pasado año pintado por Carmen Laffón. Tovar suspiró: “Después de que Carmen haya pintado la cara de la Macarena, yo creo que hay que estar por lo menos diez años sin que nadie más lo intente”.
Ese mismo miércoles por la tarde, Manuel García y Ricardo Suárez concertaron una cita con nada menos que Guillermo Pérez Villalta, que hace unos meses anunció que su legado artístico (valorado en más de cinco millones de euros) irá a parar al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Se vieron en la Alfalfa, en casa del arquitecto Honorio Aguilar, con quien el prestigioso pintor tiene una honda amistad. García y Pérez Villalta se entendieron con rapidez. El hermano mayor no sólo le pidió el cartel del cincuentenario de la coronación, sino el boceto de un nuevo manto para la Virgen de la Esperanza. Encargos aceptados.
En días como el miércoles se tejen los hitos que marcan la historia y el patrimonio de muchas cofradías. A la Virgen de la Esperanza la tienen que pintar los mejores, le encargó García a su amigo Suárez. La Macarena se despega otra vez, se coloca en vanguardia y se aproxima más a los criterios de la Real Maestranza que a los de otras instituciones. La Esperanza abre todas las puertas. Sólo había que tener ideas y decisión. Y llevarlas a la práctica. Así también se hace la Semana Santa. Así se hace ciudad con mayúsculas.
Fuente El Fiscal
Recordatorio Macarena