En estos días, San Vicente se convierte en un palacio de luz. Un altar con aromas de cuaresma en pleno invierno. Es de los primeros cultos del año.
La luz reflejada en las bóvedas son el espíritu de los que no están, con la presencia de los que nos dejaron el testigo. «Son tus penas, Jesús mío, mis tristezas más intensas», como refleja uno de los versos de las coplas de los versos al Señor de las Penas de Antonio Pantión, recitadas en el culto en las bodas de oro de la recuperación.
Función principal de instituto
La hermandad de las Penas de San Vicente celebró este domingo, tras el quinario al Señor, la función principal de instituto, a las 12:00 horas, predicada por Marcelino Manzano Vilches, párroco de San Vicente.
Recordatorio Luz de Pasión, luz del Salvador