Con el lujo del aroma de azahar en las calles, el incienso en erupción por los portalones de las Iglesias y los cultos y los traslados y las miles y miles de personas movilizadas a un mes de la Semana Santa, nosotros erre que erre con la cosa de la organización. Es para confesarse. Pero también es para seguir escribiendo porque continúan pasando cosas que no entran en el paisaje de la lógica. No hay que irse muy lejos, solo mirar a la reciente reunión del M-6 (los 6 hermanos mayores de la Madrugada) para comprobar que si una cosa está mal la solución que se le da es que siga igual. El M-6 se reunió a eso de las 22’30 en la sala de cabildos de la Macarena. Estuvieron hasta poco antes de la medianoche, hora en la que comenzó el picoteo.
Todo sigue igual aunque a la Esperanza de Triana, una cofradía que toma una decisión unilateral, estratégicamente impecable, se le reconoce el esfuerzo y se le compensa con algún tiempo más de paso y facilidades para que renuncie al cambio de recorrido de este año que se aplaza al que viene.
La Macarena, para cumplir los horarios le ha dado órdenes tan precisas a sus diputados -como la de que hasta las insignias tengan horarios- que más que una estación de penitencia, parece que se van a meter en una contrarreloj. ¿Así disfrutan los nazarenos de la salida? ¿Con el agobio de las prisas se puede hacer una estación de penitencia en condiciones? Esto no solo vale para la Macarena, sino para muchas hermandades, como las del Martes Santo, que sacan a los nazarenos para correr, como elementos de una carrera y no como integrantes de un cortejo que sale para algo más trascendente.
Hace poco comentaba alguien que para arreglar los días hacen falta solo una cosa, lun mediador independiente a quienes las hermandades le confieran una autoridad para dejarle diseñar con libertad y con conocimiento las soluciones a los días. Una especie de mediador noruego, que son los mejores en arreglar conflictos ajenos. Ese es un camino, pero hay que tener la intención de tomarlo. Si no, pues a lo de siempre, a dar vueltas sobre el mismo sitio, que, por lo que se ve, debe ser muy divertido.
Recordatorio No habrá cambios en la Madrugá 2014