A sus 80 años, Manuel García García (Sevilla, 1933) verá cumplido en unos meses el sueño de ver a la Esperanza Macarena reinar sobre la arquitectura regionalista de la Plaza de España. Hombre de corazón caliente, echa la vista atrás para analizar los últimos comicios macarenos.
¿Cuántas veces ha soñado con verla en la Plaza de España?
Sueño mucho porque yo tuve la suerte de ser ya mayorcito cuando hace 50 años no se pudo ir a la Plaza de España. Tan es así que yo en aquellas fechas, en las que no había móviles ni tantos adelantos, cuando pude cerrar el negocio del mercado de la Encarnación y escaparme, salí corriendo para la Plaza de España y fue un amigo el que me dijo que, debido a la lluvia, el acto se había trasladado a la Catedral. Cuando llegué a la Catedral ya no pude entrar. Así que no pude vivir en vivo la coronación de la Virgen.
Finalmente se han decantado por un regreso triunfal de la Virgen por la Ronda histórica.
Es un itinerario nunca visto y, además, creemos que es por donde menos podemos estorbar, ya que al ser de doble sentido, si la Policía quiere, podría aprovechar uno de los sentidos. Y después, tenemos mucha ilusión de que pase por sitios donde no ha pasado nunca, caso de la Universidad, institución a la que guardamos mucho cariño porque cuando en el 36 quemaron San Gil, nosotros nos refugiamos en la Anunciación. Allí estuvimos seis años recogidos y eso a los hermanos macarenos no se les olvida. Por eso cuando muchas veces me dicen que no pasemos por la Anunciación, yo digo que sentimentalmente es algo nuestro.
La Universidad, la Ronda, la casa natal de Santa Ángela…
La casa natal de Santa Ángela, la parroquia de San Julián, también tenemos el compromiso de La Trinidad, ya no sólo por la hermandad y por la Asociación de María Auxiliadora, sino por el cariño grande que le tenemos a los salesianos y muy particularmente a don Antonio María Calero. San Roque, que a pesar de estar en el destierro, nos han confirmado que habrá allí una representación con estandarte y varas. Los Negritos… O sea que ya, si la podemos pasear por Sevilla… Lo que sí queremos es no llevarnos 24 horas en la calle. Queremos volver lo antes posible porque al día siguiente es el cierre del Año Jubilar y a las nueve de la mañana abrirá la Basílica. La Virgen se dejará en el paso. Yo calculo que podemos entrar a las tres de la mañana.
¿El besamanos a la Virgen en la Catedral será en la parroquia del Sagrario?
Sí, casi seguro, tanto por una mejor circulación de los fieles como para no perturbar la vida diaria de la Catedral. Y hombre, el Sagrario está dentro de la Catedral e incluso hay una puerta que lo comunica y que si hiciera falta podría abrirse.
¿A falta de tres meses escasos para clausurar el Año Jubilar, qué balance se puede hacer de este evento religioso?
Te puedo decir que es un éxito. Hasta el sábado y el domingo pasados teníamos contabilizadas más de 600 hermandades, agrupaciones, asociaciones, colegios que han desfilado por la Basílica para ganar el Año Jubilar. Y todavía, con la llegada del buen tiempo, queda lo más fuerte. El otro día, por ejemplo, vinieron nada menos que siete autobuses de la hermandad de la Bella de Lepe. Vino hasta el alcalde y varios tenientes de alcalde. Y cardenales y obispos, muchos. Y de muchos sitios viene la gente andando.
El millón de euros del Gobierno sigue sin aparecer. Va camino de convertirse en una leyenda…
Sabemos que está aprobado en los presupuestos del 14. Yo ya le he mandado llantos a todo el mundo de que estamos hasta aquí, que tenemos muchos gastos… Aprobado está y de manera irrevocable. Ahora, ¿cuándo nos lo van a dar? Pues no lo sé.
Hablemos de la Madrugá. Este año la premisa básica es cumplir los horarios.
Sí, sí. Nosotros, a cumplir los horarios. Ya se lo he dicho a los diputados, a los enlaces, a todo el mundo. En la presentación de cartel de los armaos se les ha comunicado que tienen que ir este año más pegaditos y si hay que ir a tambor, iremos a tambor. No en señal de protesta, sino para demostrar que se puede cumplir los horarios, que sí, que se puede entrar, pero que no protesten después los que están sentados en la Campana o en la plaza de San Francisco si tenemos que ir entrando de cuatro en cuatro con los cirios apagados. Es que eso no es bonito. Esto no es la primera vez que lo hace la hermandad de la Macarena. Siendo González Reina hermano mayor y yo diputado mayor de gobierno, hubo un año en que a punto estuvieron de cerrarle las puertas a Los Gitanos y no dejarle entrar en la Catedral. Nuestro hermano mayor prometió que por culpa de la Macarena a Los Gitanos no le cerrarían la puerta y, efectivamente, aquel año entramos toda la Carrera Oficial a tambor. Fue en el ochenta y algo.
Soluciones de futuro ¿Usted no ve de ninguna de las maneras a la Macarena tirando por la Alfalfa?
No es que no lo vea. Lo que pregunto es a quién beneficia que nosotros tiremos por la Alfalfa si por detrás no llevamos a nadie.
En teoría sería para que Los Gitanos no tenga que comprimirse tanto entre la Campana y Orfila…
Si Los Gitanos no entraran con media hora larga de retraso en la Campana no tendrían que comprimirse ni nada. Lo que pasa es que si se frenan en la entrada de la Campana, pues ya queda parado todo. Por eso es mi compromiso de que por parte nuestra no sea. Queremos cumplir a rajatabla, los nazarenos van a ir de tres y de cuatro si hace falta, vamos a procurar que no haya ni un corte. Llevan los diputados y los enlaces reuniéndose más de dos meses cada 15 días para insistir en este asunto. Vamos a hacer todo lo posible para que Los Gitanos pueda entrar a su hora. Si las demás hermandades hacen lo mismo, encantados. Y yo creo que no haría falta reformar cosas.
¿Se perderá espontaneidad con las nuevas normas de obligado cumplimiento para las hermandades promulgadas por el vicario?
Creo que las normas son demasiados estrictas y podemos transformarla Semana Santa de Sevilla en la Semana Santa, con todos mis respetos, de Valladolid o de Zamora. Este año, con todo el dolor de nuestro corazón, el que quiera escuchar a Manolo Cuevas o a cualquier artista bueno tendrá que venirse al barrio y lo escuchará en cualquier calle del barrio donde encontremos una casa de un hermano o un amigo que ofrezca un balcón. Y lo siento en el alma. A mí me ha dicho gente del Consejo que lo mejor de la Semana Santa del año pasado fue la saeta de Manolo Cuevas en la Campana, pero como todo el mundo me está echando en cara que perdimos cinco minutos, pues mira, lo siento por la Campana.
¿Se arrepiente de algún pecado de la pasada campaña electoral?
A mí lo que me duele es que en estas campañas, que por desgracia cada día se parecen más a las campañas políticas, y no sólo las de la Macarena, el uso del twitter y de facebook ha propiciado la aparición de personajes que desde el anonimato dicen auténticas barbaridades. De eso sí me arrepiento, tanto por una parte como por otra. Echo en falta la elegancia que había antiguamente, donde cada hermano presentaba lo que iba a hacer y buscaba el voto, pero no de esta forma.
Usted se llegó a comprometer en campaña a que no habría cambios en los puestos de responsabilidad de la cofradía y luego han rodado cabezas…
Yo dije exactamente y tiene que estar grabado que todo aquel que se hubiese portado bien no tenía por qué preocuparse. Eso fue lo que yo dije y eso es lo que yo he cumplido. Ahora bien, ha habido tres personas, tres, que no se han portado bien. Y sé de cosas que no las voy a decir. Eran personas de confianza y la junta ha perdido la confianza en ellos. Además, en las Reglas se dice en alguno de los casos que eran cargos que se renuevan cada año.
Hablamos del capitán y teniente de los armaos y del listero. ¿Nada tiene que ver la destitución de algunos de estos señores, pues, con los deseos incumplidos de su hijo de entrar en la Centuria?
No es por eso. La prueba es que el capitán dejó un informe diciendo que mi hijo había quedado el segundo para entrar, y hay tres o cuatro huecos por lo que este año mi hijo entraba seguro. Mi hijo se ha llevado seis años en la lista de aspirantes y eso me ha costado hasta disgustos en mi casa. Pero en estos casos hay que dar ejemplo.
Pensando en su hermano Pepe, seguro que se le escapa alguna lágrima al ver a su hijo de armao…
Él tiene mucha ilusión y tanto quería a su tío que en una de las muñecas tiene tatuada la muñequera de su tío Pepe de capitán de los armaos. Fíjate si lo quería.