Las bandas que acompañan a nuestras cofradías en Semana Santa han evolucionado al igual que lógicamente los demás elementos que intervienen en el devenir de nuestros desfiles procesionales. Pero una característica que es constante en la mayoría estos colectivos durante los últimos lustros es el incremento progresivo en el número de componentes de las distintas bandas.
Aunque este aumento ha sido general en la mayoría de las formaciones musicales es en las que acompañan a los “pasos de Cristo” o abren determinados cortejos procesionales donde se ha visto reflejado una ampliación mucho más acusada en el número de músicos que nos hacen denominarlas sin temor a equivocarnos como “las nuevas centurias“, ya que esta cifra difiere bien poco de la mayoría de este tipo de bandas.
Quizás la única banda que rompe este marco músico cofrade es la Centuria Macarena, la cual por motivos de limitación en su estructura dentro de los “armaos” está restringida a sesenta componentes, lo que sin lugar a dudas condiciona de alguna manera sus composiciones e interpretaciones. De esta forma tenemos a la única Centuria denominada como tal, la macarena, que no cumple ese dígito y el resto de bandas que si realmente centurias de músicos, aunque no se las denominan como tal. Incluso varias de ellas son centuria y media.
La sobredimensión de nuestra Semana Santa en las últimas décadas ha influido en el incremento de los componentes de las bandas y es evidente que existe en la actualidad más afición músico cofrade, influyendo no sólo en el número de miembros sino en la mayor cantidad de colectivos musicales. Pero a estas “nuevas centurias” no sólo se ha llegado por un motivo concreto, sino que han sido varias las circunstancias que han influido para el aumento progresivo en la cifra de músicos. Algunas de tipo externo: la amplia mayoría de las cofradías tienen dos cuadrillas por paso a lo que se une el “nuevo andar” de muchos de ellos y las exigencias de más cantidad de marchas procesionales por parte de las hermandades y otros motivos propios: se han ampliado la variedad de instrumentos y voces, la generalidad de compositores escriben para más registros y por supuesto que ha subido el nivel de competitividad entre bandas lo que ha hecho incrementar el nivel de ejecución vía calidad pero también en cantidad.
Todos estos motivos han influido en el aumento estructural actual de nuestras bandas de “paso de Cristo”. Y así contemplamos estas “nuevas centurias” o "centurias y media" como algo normal, pero la progresión en las cifras de sus músicos es una realidad de sólo varias primaveras, ya que sólo hace un par de décadas no existían ninguna banda que llegase a tener un centenar de componentes, como ocurre en la actualidad. Aunque en esta Madrugada eterna podremos contemplar una banda como la Centuria que es la única que no tiene cien músicos, ciento cincuenta o quien sabe en el futuro dos centurias de músicos...