Situado en la acera izquierda de la calle Esperanza, a continuación de la glorieta del Cristo de las Mieles, se encuentra el panteón mortuorio de Aníbal González, uno de los panteones más visitados del cementerio por el Cristo y la leyenda que encierra dentro de él.
Sobre esta imagen a tamaño natural, la leyenda popular afirma que es la autentica que esculpió Ruiz de Gijón, que se guardó dentro de este panteón para salvarla de un incendio que hubo en su capilla, y que la que se venera en la iglesia del Patrocinio y sale en Semana Santa es una copia.
La leyenda del Cachorro del cementerio obviamente no es cierta, esta escultura no es la original, Aníbal González pidió a la Hermandad autorización para hacer una copia, cuando murió la imagen se colocó en su panteón, su autor fue el escultor Eduardo Martínez en 1919.
La imagen es impresionante y parece la autentica, sí observamos atentamente las piernas, veremos que las tiene intactas y no restauradas como el Cristo autentico.
El incendio de la capilla del Patrocinio, al que se refiere la leyenda, se produjo en 1973, el Cristo del Cachorro, aunque con quemaduras en las piernas, pudo ser salvado por el albañil D. Rafael Blanco Guillén que trabajaba en una casa cercana, que con grave peligro para su vida penetró entre las llamas y sacó al Cristo, por desgracia no pudo salvar a la Virgen que ardió completamente.
La actual Virgen del Patrocinio es obra de Álvarez Duarte, y el Cachorro fue restaurado de las quemaduras de las piernas.
Aníbal González, arquitecto, considerado el Gaudí sevillano Sevilla, 1876-1929, está considerado como el principal creador de la arquitectura regionalista.Entre sus obras destacan los edificios de la Plaza de América, siendo su obra cumbre la Plaza de España de Sevilla.
Según la leyenda, las construcciones anteriores realizadas para la Exposición de 1929, le agotaron tanto que la extenuación física le llevó a la tumba.