Señora. Adolescente Reina venero de pureza. Luna hebrea que se impregna en tu tez, haz de Santidad que mece tu caminar, primigenia Estrella. A tus pies, la tierra reverdece, eclosión de flores Blancas, cual espiritual primavera que al cielo ofrece, en cada suspiro de llamador, palomas de incienso que entre pétalos arrulla la noche.
Penitentes de cal y zócalos verdes, lágrimas nacidas de la verdadera humildad, más ramificada en lo celestial que en lo terrenal, afloran como cera del madero, consumando en plegarias las estaciones de la Pasión. Rejilla sobre tul de Paz, madre que expresas al creador, en el vacío de tus manos, la Esperanza en la resurrección de la entraña, hijo del hombre que libera al alma del pecado.
Empedrado y rejas guardadas por el recogimiento del silencio, balcones que se deshojan contemplando tu hermosura, gargantas que al escucharlas quiebran el aliento, acariciando las virtudes del ser. Saetas describen el dolor que solo tú conoces, Virgen madre del ungido Nazareno.
Penitentes de cal y zócalos verdes, lágrimas nacidas de la verdadera humildad, más ramificada en lo celestial que en lo terrenal, afloran como cera del madero, consumando en plegarias las estaciones de la Pasión. Rejilla sobre tul de Paz, madre que expresas al creador, en el vacío de tus manos, la Esperanza en la resurrección de la entraña, hijo del hombre que libera al alma del pecado.
Empedrado y rejas guardadas por el recogimiento del silencio, balcones que se deshojan contemplando tu hermosura, gargantas que al escucharlas quiebran el aliento, acariciando las virtudes del ser. Saetas describen el dolor que solo tú conoces, Virgen madre del ungido Nazareno.
José Antonio Guzmán Pérez
Nuestra Señora de la Paz y Esperanza fue bendecida el 8 de Septiembre de 1939... Felicidades Señora.
Recordatorio Calvario de Iris: Dedicado a mis ancestros