Sonaba Coronación de la Macarena. La calle Parras estaba abarrotada. Y desde las azoteas caían pétalos. Como si de un recuerdo de aquel inolvidable 24 de mayo se tratara la calle por excelencia de los macarenos se llenaba de nuevo en torno a la Virgen. Esta vez era la Virgen del Rosario la protagonista. Este domingo salía el tercer de los puntos especiales del corazón de la hermandad de la Macarena. Una procesión algo más corta pero que congregó el mismo número de personas: una ingente cantidad de público se arremolinaba ante la titular letífica de la corporación del arco.
Todo era como es siempre en la hermandad de la Macarena. La Centuria y el Carmen de Salteras ponían la música. Los acólitos siempre entre bullas. Antonio Santiago de capataz y el cortejo largo y con cortes. Y es que esta procesión letífica tiene el característico sello de la corporación de la Madrugada. No en vano, este domingo es el día que por reglas la hermandad celebra su función principal de instituto.
La Virgen salió del atrio y buscó San Gil para de ahí llegar a Parras, y por Relator y Señor de la Sentencia llegar de nuevo a Bécquer. Durante todo el recorrido la imagen estuvo acompañada por cientos de personas que consolidan esta procesión como una de las Glorias que más público congrega, cuando el final del periodo letífico ya se presiente cercano. El mes de octubre da los últimos coletazos y se celebran los últimos cultos en torno a la advocación del Rosario. Aún quedan tres citas, las tres el próximo 1 de noviembre que ponen el punto y final a este mes. Será en San Román, en San Vicente y entre la calle Feria y Triana.
Recordatorio La Macarena registra a los Armaos como marca