Serena como la plegaria de las rosas, a los pies de María. Tras el inhumano martirio, el rostro del Nazareno refleja, el liberador abrazo de la coronada muerte. Señor de Luz, abierto costado donde un Sol de Gloria, redime a las tinieblas con el fulgor divino de los Sacramentos.
Dos Lunas negras orladas por estrellas en forma de azucenas, aguardan como la memoria al recuerdo, como la enseñanza de Dios manuscritas en la naturaleza, al Cristo, de nuevo dando la Paz a la humanidad.
José Antonio Guzmán Pérez
Recordatorio Candelabro de cola: Noviembre, Ánimas