Raquel Medina. Una polémica inmatriculación desató la caja de los truenos. En efecto, desde septiembre de 2009, el Arzobispado de Sevilla consta como propietario al 100% de la Parroquia de San Lorenzo lo que incluye a la capilla que ocupa actualmente la Hermandad del Dulce Nombre que fue hogar del Señor de Sevilla, el Arzobispado de la ciudad. Una capilla que siempre perteneció a la corporación de la Madrugá como se puede demostrar documentalmente.
Este hecho está haciendo que la Hermandad del Gran Poder y el Arzobispado se encuentren inmersos en una negociación que al parecer, según diversas fuentes, se está desarrollando de manera amistosa, para que la capilla vuelva a aparecer bajo la titularidad de la Hermandad.
Desde 1968 la Hermandad del Dulce Nombre ocupa la citada capilla, en virtud del contrato firmado el 26 de marzo de 1968 y elevado a escritura pública por el que el Dulce Nombre se comprometía a satisfacer anualmente la cantidad simbólica de 3.000 pesetas a cambio de la cesión. Este documento, que goza de una validez de 50 años, aún está en vigor por lo que la polémica no afectaría al Dulce Nombre.