José Barea. El 18 de diciembre fue un día muy especial para la Venerable y Fervorosa Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor, María Santísima de la Esperanza y San Bernardo Abad de La Línea de la Concepción, con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza.
En primer lugar, a las seis de la tarde, se produjo la ofrenda floral por parte de los niños de comunión y post-comunión de la Parroquia de San Bernardo, en los que se podía ver la ilusión al entregar los claveles blancos que se depositaban a los pies de María Santísima de la Esperanza, para besar seguidamente su mano.
Posteriormente, a las ocho de la tarde, tuvo lugar la Eucaristía en honor a la titular de la Hermandad, que estuvo colmada de referencias a la importancia de la figura de la Virgen María y la advocación de la Esperanza. Durante la misma tuvo lugar la jura de cargos de tres miembros de la Junta de Gobierno, así como la bendición e imposición de la medalla de la Cofradía a los nuevos hermanos de la misma.
Para finalizar, se dispuso a María Santísima de la Esperanza en besamanos, acercándose toda la comunidad parroquial hasta Ella para besar su mano. Todo ello el día en el que, como me gusta decir, la Esperanza sale de ese trocito de cielo que llamamos camarín para hacerse terrenal durante unas horas.
Recordatorio Nuestra Señora de la Paz y Esperanza vestida para la Festividad de la Expectación en la mirada de Antonio Poyato