Le ha pasado ya a mucha gente, lástima, que también a amigos míos. Lo peor es que a veces hasta dejan de serlo, prefiero tomar otros caminos que el de la lectura, la mirada, la charla con ellos al ver su falta de honestidad con los demás, e incluso con ellos mismos o la gestión para la que se han ofrecido, que no vayamos a olvidar, que cuando uno acepta o se presenta a un cargo, es porque se ofrece a ayudar, a trabajar.
Pasa con bastante frecuencia, que cuando uno pertenece a una Junta de Gobierno, sea de la hermandad que sea, o incluso de la Agrupación de Cofradías, que piense que porque se haga algo mal, y se diga, pues tenemos, o tenga algo en contra del colectivo completo.
Creo que, pasado otro año más, desde la lejanía ya de la Semana Santa que se ha marchado, las hermandades en Córdoba, en un 90%, siguen realizando una labor humana hacia la sociedad cordobesa, y sobre todo de sustento a las familias más necesitadas, que es digna de tener en cuenta, valorar, apreciar y enardecer.
La Agrupación de Cofradías, con Paco Sanmiguel a la cabeza, ha obrado otro año más con un camino que tampoco ha tenido muchos baches, ni tampoco han sido ellos los que se hayan salido del buen camino, el que todos creemos al menos que sea bueno.
Para mí Sanmiguel, se rodeó de gente muy capacitada para tener un buen grupo, y bueno, como en todos lados, hay impresentables de órdago, y gente inepta, porque ya lo son en sus hermandades. Los unos y los otros, supongo que pensarán lo mismo de mí, pero vamos, lo peor, es que devuelvan el improperio, cuando yo lo lanzo por hechos en concreto, y que es muy cansino estar aquí nombrando a fulano y decirle punto por punto el por qué no sirve. Pero como les digo, lo triste de todo esto es que cuando se critique por ejemplo la elección del pregonero, y no por ser el pregonero tal o cual, sino porque era a todas luces desacertada, ya se piense que se está en contra del órgano máximo representativo de las hermandades.
Ha habido muchas veces que a alguna hermandad se le ha dado azúcar, otras, se le ha dado sal, ya lo escribí en un artículo pasado, pero es que no todo se puede hacer bien en este mundo, hay fallos humanos, y si me apuran, hasta ellos se han obviado por lo menos por mi parte, cuando las cosas se han hecho con lógica y corazón.
Espero que algunos en este tiempo estival, donde las hermandades tienen un tiempo un poco más tranquilo, sepa reconducir su visión, haga interiormente repaso de sus actos, ya que ellos son los culpables de lo bueno y lo malo, algunos, solamente lo cuentan. Sea en alguna caseta de feria, sea en el botellón del río, que en próximas ferias llegará hasta el puente romano, o sea en alguna disco-caseta, tómense algo a la salud de los que a veces, hemos querido que pensaran más en el camino que llevaban, que los palmeros aprovechados que han dicho que todo iba bien, cuando así no era. Nosotros no pediremos nada a cambio, témanle a esos que aplauden los errores, que a nosotros, si no, se verán encerrados en una torpeza que el día de mañana, ya no tendrá remedio.
Feliz feria a todos, y vayamos a ver a Don Juan Serrano el sábado día 30 de Mayo, ese es su día, a pesar de que para Juan, también fuera un gran día el que compartió sobre un atril la pasada cuaresma, pues él si salió victorioso del envite, pues su única idea era compartir una experiencia más con los cordobeses, los cuales, ahora espero no lo dejen a él donde mejor sabe expresarse, en el albero del Coso Califal de esta tierra, que ojalá este año nos regale a todos unas buenas tardes de arte, y cultura desde el buen toreo, que viendo los resultados electorales de la extrema izquierda, quién sabe si no tendremos que ir a ver a Juan torear al Sur de Francia.
Fernando Blancas Muñoz