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lunes, 27 de julio de 2015

La Chicotá de Nandel: Cuando lo penoso es noticia


Es, creo, la primera vez que voy a empezar a escribir un artículo pidiendo perdón. Siempre me ha gustado pedir perdón cuando me equivoco, pero hoy, es por tener que escribir sobre el tema más bochornoso que he visto en prensa en los últimos meses, incluso años.

Quitando la carta del periódico de cierta costalera, penosa a todas luces, ya que todos tenemos sentimientos, se nos daña, pero no vamos al diario a contarlo, ¿para qué está Facebook?

El mundo del costalero, como ya dije una vez, es el que más golpes recibe como si fuera deporte nacional. ¿Qué ciertas veces lo merece? No lo pongo en duda, pero, ¿siempre lo merece? ¿Todos los costaleros lo merecen? ¿Es bueno generalizar?

Para empezar, la noticia que el otro día salía en prensa, estaba mal. Ese muchacho que salió en el diario, no ha portado la Sagrada Imagen de Jesús Caído en su vida, es más, yo creo que allí, en su cuadrilla, ni lo conocen. Voy a ir más allá, en la cuadrilla de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, algunos quisieran no haberlo conocido nunca.

No es normal, ya desde hace años (este tema ya viene trasnochado), que un costalero esté pendiente o no del trabajo de los demás. Un costalero debe de ir ocupado en lo suyo, en su trabajo, no en el trabajo de los demás. Diferente es que esté atento por si hay que ayudar a algún compañero.

El costalero trabaja como quiere, como quiere, que es como está más cómodo. Dentro del daño que ha hecho a la imagen del costalero, diferentes “prendas” que han minimizado la camiseta de tirantes, o han dejado imágenes para la posteridad con diversas payasadas, no podemos otra vez andar a vueltas con lo mismo.

Las hermandades deben de velar por supuesto por su imagen, por que no se dañe con escenas penosas de ningún miembro de su cortejo lo que debe ser la puesta en escena de su salida procesional, lo que debe ser una protestación pública de fe, de recogimiento y rezo.

Luego, ya es que queramos meternos en el trabajo del costalero, un trabajo en el que se suda por el calor, como un nazareno en día de muchísimo calor, pero que el caso del primero, puede haber lesiones en caso de incomodidad, malas condiciones, o ropa mal hecha (que a ver la ropita que se hacía aquí el amigo del diario, me cuentan que de mala a triste a la vista del que la observaba).

Total, en resumidas cuentas, el costalero hace un trabajo, que estoy de acuerdo que debe ser como el del nazareno, callado, respetuoso, y como algunos parece que dicen que así no es y debería cambiar, anónimo, pero no se puede estar dañando la imagen del costalero cada dos por tres.

Entre la guerra en que estamos sumidos, con insultos, descalificaciones, a nuestros sentimientos cristianos, nuestras Imágenes Sagradas, nuestra Religión Católica, lo que hace falta es que ayudemos con este tipo de “chorradas” veraniegas, para que así, les vayamos haciendo el trabajo a estos impresentables, que solo piden respeto para la diversidad, pero que cuando se da paso a uno, quieren eliminar a otros. Esa es la diversidad que ellos entienden, llámese en culturas, o religiones. Diversidad para ellos, cero, eliminación de todo lo que sea católico.

No hagamos nosotros lo mismo, claro que no, respetemos al prójimo, al que piensa diferente, al de creencias o cultura distinta, pero cuidemos lo nuestro, en lo nuestro, los tontos en formaciones cristianas, que dañen, no sumen, y encima, molesten a otros compañeros porque van así o asado, fotografiando a personas, que deben ser anónimas, y no estar en fotos realizadas por el móvil de ningún iluminado, que no dependa ninguna hermandad de la presión, del plante o amenaza de cuadrillas, pero que se respete el trabajo de unas personas que por afición o devoción, sacan y pasean con mayor acierto que pena a nuestras Imágenes. Queramos o no, todo va por su engrandecimiento, sea por la razón que sea la de estar debajo de Ellos, y como he dicho antes, todo ha de respetarse, más aún, cuando quizás los que van por el afán de “ayudar”, o los han llamado para echar una mano, hagan mejor trabajo que otros, más preocupados en cómo va este, cómo va aquel, y no se fijan que hasta se pueden lesionar por la mala formación costalera de ellos mismos. Un costalero, de los de verdad, no deja a su hermandad mal, en un diario, haciendo el paria, dañando a hermandad y costaleros, esos por los que tanto y por su imagen, él se preocupa.

Menos tonterías, y más fuerte “p´arriba”.

Fernando Blancas Muñoz

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