Suspira el querubín porque van a hacer peatonal una calle por donde pasan muchas cofradías y, desde su sede capitular, puede que tengan la tentación de adelantar las obras y sin quererlo obliguen a las hermandades a ir al templo donde quieren cerrar las puertas, se abran como una brisa inesperada.
Suspiros alados y preocupados como en un pareado por la carrera que quieren dejar de financia y que como buenos inquilinos se paguen el alquiler a precio de oro porque el casero es abusivo y te cobra hasta el IBI aunque el propietario sea el que deba correr con los gastos.
Suspira el Ángel porque sabe que ya no habrá cabalgatas para él y eso que le gustaba tirar caramelos con el envoltorio del antiguo banco de las cofradías. Ahora son tan aconfesionales que las cabalgatas van a ser laicas y el Suspiro va a ser el del Ser con Alas y no del Ángel.
Joaquín de Sierra i Fabra
Recordatorio El Suspiro del Ángel: Maldita hemeroteca