La levantá de la Esperanza que hizo nuestra Alcaldesa en San Andrés fue, para mí, una falta de respeto, como también lo fue su decisión de no asistir al Palco de la Magna Mariana, alegando un laicismo militante.
La Magna Mariana fue la mayor concentración ciudadana desde que Isabel Ambrosio tomó el bastón municipal. El Ayuntamiento tenía que haber estado representado por su máxima Autoridad, en una concentración ciudadana, con independencia de las creencias religiosas de cada uno. Somos miles de ciudadanos los que nos sentimos desairados por el desplante que supuso su ausencia.
El sábado pasado, desconozco los motivos, la Alcaldesa olvidando su laicismo militante de meses atrás, decide con un desconocimiento absoluto y un desprecio de la liturgia y de lo que supone el martillo de una cofradía, integrarse en la Hermandad, haciendo una levantá.
Señora, conozca Ud. que tan mal está despreciar su papel institucional como Mandataria en la Magna Mariana, como coger el sagrado martillo de una cofradía si Ud. no comparte nuestras creencias.
Elena Martínez-Sagrera
Concejal del Grupo Popular
del Ayuntamiento de Córdoba
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