Blas Jesús Muñoz. Entre los más soñados de la historia, dos fueron los grandes cismas y se produjeron dentro de la Iglesia Católica, en Oriente y Occidente. Ortodoxos y Luteranos (entiéndase calvinistas y demás), aun no han aunado posiciones con Roma. De hecho gracias al de Occidente, en cierto modo, nacieron las cofradías tal y como ahora las conocemos.
A muchísima menor escala, aunque sí con el trasfondo religioso de por medio, el cogobierno municipal cordobés empieza a agrietarse en torno al manido tema de la laicidad y del punto cuadragésimo cuarto del Pacto de Plateros que comprometía a Izquierda Unida, Partido Socialista y Ganemos (Podemos) a caminar en pos de la laicidad.
El compromiso comenzaba fuerte y la ausencia de la Alcaldesa en la Magna Mariana daba cuenta del mismo, así como de que Ambrosio no era la representante de todos los cordobeses, sino de la suma de tres fuerzas políticas que, a duras penas, suman la mitad más uno de quienes acudieron a las urnas.
Las declaraciones posteriores de miembros de su equipo parecían ahondar en la herida de las cofradías, si bien las disculpas y la presencia activa de Ambrosio en San Andrés, levantando el paso de la Esperanza parecen haber desatado recelos e incomprensión entre sus socios.
A lo ya mencionado acerca de su Primer Teniente de Alcalde, Pedro García, ahora hay que sumar el malestar de Ganemos que, por medio de un comunicado, se ha afianzado en su apuesta por la laicidad. Hasta tal punto lo ha hecho que, el cisma parece ser una realidad de facto: "La decisión no acudir al XX Aniversario de la Asociación Autismo Córdoba, de tanta relevancia y compromiso social y sí al aniversario de una organización religiosa en el mismo día puede ser interpretado como señal de sus prioridades políticas".