Desde el Gallinero: A mi también me echó Martínez Ares

El otro día me harté de reír cuando me enteré de que Martínez Ares había lanzado a uno de los miembros de su nueva comparsa. Después de tantos años esperando que volviera, el niño de Santa María vuelve más polémico que el Aragón y es que siempre fue el pionero de liarla parda y los demás son imitadores. Y me puse a pensar que si en las hermandades se echará a gente con comunicados de por medio nos íbamos a hartar de reír más que con la antología de pasodobles del Selu. Pero comunicados de verdad no como los de asquí cuando echan a un capataz y le dan las gracias por los años de servicios prestados, que es como decir que te vas a la puñetera calle porque me sale de ahí mismo, pero soy fino y te doy un abrazo epistolar. Lo que también se conoce como la puñalá trapera de toda la vida. O como cuando una banda se las pira o la hermandad firma con otra y se dicen que han sido años de gran fraternidad y que se quieren tanto que por eso se dejan.

La verdad de esas palabras tan bonitas es que al capataz lo echan porque está más antiguo que el hilo negro y suena a comparsa antigua chillando al final del pasodoble. O porque tiene menos costaleros que miembros la comparsa de los Carapapas el año pasao. O porque tiene menos técnica que Arbeloa y ya no es amigo, sino cono...cido. O porque le debo un favor a fulano que tiene más ansias de traje negro que Subiela de ganar un premio. Y con las bandas ya ni te cuento. Aparece el iluminado que descubrió las cornetas antes de ayer porque es lo que está de moda y de Escámez sabe que es un apellido raro y no le preguntes por los Bomberos de Málaga que se cree que hay fuego en su apartamento de Torremolinos. O que la hermandad está cortita de pasta y se trae a una banda que te pide el bocadillo y desafina más que el Catalán en la Banda del Capitán Veneno. O que la banda firma con una cofradía de vete tú a saber y se encuentra con un espectáculo que como lo pongan en el yutuve no es que los eche Martínez Ares es que Quiñones vuelve pa´escribirles un pasodoble.

                                                                                                                Juan Antonio Martínez Aragón


Fuente Fotográfica


Recordatorio Desde el Gallinero: Empieza el lío costalero