Raquel Medina. Las hermandades son entidades sin ánimo de lucro o al menos eso deben ser. Por
esta condición, la Hermandad rociera de Triana solicitó al Ayuntamiento
de Almonte no pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) por sus
casas edificadas en la aldea, ya que son utilizada por los hermanos en
romería y peregrinaciones y para fines caritativos, asistenciales y
espirituales, no recibiendo la Hermandad ningún beneficio económico.
El
Consistorio ha denegado esta exención por, según este órgano, no haber
cumplido la filial los requisitos exigidos. La Hermandad sevillana
decidió emprender un camino legal, incluso se ha pronunciado el Defensor
del Pueblo, quien ha aconsejado al Ayuntamiento almonteño la suspensión
de la gestión tributaria hasta que haya una sentencia firme.
Respecto
al tema se han pronunciado algunas hermandades rompiendo una lanza a
favor de la bicentenaria hermandad trianera, como el caso de la filial
onubense de Emigrantes. Incluso su Presidenta ha afirmado para ayudar a
Triana que la Hermandad no paga IBI por la casa que posee en la capital
onubense.