Blas J. Muñoz. La vida está llena de encuentros felices, de
coincidencias que nunca son tal completamente y que nos dejan momentos
para el recuerdo, así como la conciencia de la significación profunda de
las cosas. Y algo así ocurría hace apenas un año entre dos Vírgenes, la
de la Esperanza del Valle de la Hermandad de la Cena de Córdoba y la de
Nazaret de la Juventud de Montilla.
A la conocida circunstancia de que ambas tallas salieron de
las manos y creatividad del mismo imaginero, Miguel Ángel González
Jurado, cabe recordar que ambas siempre lucen un aspecto excepcional a
la hora de ser ataviadas por el magnífico vestidor cordobés Manuel
Jiménez García. Este último nos regalaba, recientemente, en redes
sociales una estampa que por poco usual no deja de ser hermosa.
En la misma, la antedicha Imagen de la Esperanza del Valle
luce la corona de la Virgen montillana que diseñara Julio Ferreira y que
magistralmente ejecutara Manuel Valera. Córdoba y Montilla unidas a
través de nombres que se relacionan con el plano más artístico de las
cofradías y que nos dejan una relación especial que solo se halla en el
ámbito de las hermandades.