Carlos Medina. Las distintas corporaciones de nuestro Universo Cofrade, comienzan paulatinamente a retomar su actividad coincidiendo con el inicio del curso cofrade que a punto está de dar su pistoletazo de salida. Una de las hermandades que comienzan el curso de manera más intensa es la hermandad del Prendimiento que, de acuerdo a lo que establecen sus reglas, celebra los cultos en honor a Nuestra Señora de la Piedad los días 5, 6 y 7 de septiembre, en el Santuario de María Auxiliadora. Unos cultos que tendrán uno de sus momentos culminantes el miércoles 7, a las 23:00 horas, cuando tenga lugar la Exaltación a Nuestra Señora del Piedad a cargo de Bernabé Jiménez Roldán, hermano de la cofradía y hermano mayor de la Hermandad del Rocío de Córdoba, tal y como ya anunciamos el pasado mes de febrero.
Los cultos continuarán el día 8 del mismo mes con la Función Solemne, a cargo del Director de la Casa Salesiana de Córdoba, el Rvdo. P. Miguel Canino Zanoletty. A lo largo del día, la Virgen quedará expuesta en Devoto Besamanos. Posteriormente, el 2 de octubre la hermandad celebrará Solemne Rosario de la Aurora.
Tal y como adelantamos el pasado lunes en Gente de Paz, coincidiendo con los cultos en honor de Nuestra Señora de la Piedad, la imagen de Martínez Cerrillo estrenará un nuevo manto de vistas de terciopelo azul enriquecido con los bordados del antiguo palio que, según diseño de Manuel Mora Valle, bordaran las Madres Adoratrices de Córdoba en plena Guerra Civil para la Virgen de las Angustias y que en 1957 adquiriera la Hermandad del Prendimiento para materializar el manto que daba forma a la trasera del paso de palio de Nuestra Señora de la Piedad tantos y tantos Martes Santos.
Unos bordados que han sido restaurados por Francisco Mira, creando de este modo una nueva pieza para el ajuar de la Virgen que además estrenará “una cruz pectoral en oro amarillo con perla japonesa en el centro y rodeada de perlas cultivadas” y “un nuevo tocado y puños a juego, tratándose en esta ocasión de un encaje en punto Veneciano del siglo XVIII”, tal y como ha indicado la corporación a través de sus redes sociales, “unas piezas adquiridas en un anticuario de Francia, de gran valor, dada la rareza de este tipo de encaje que en la actualidad ya no se realiza”, todo ello donado por hermanos de la corporación de María Auxiliadora.