Guillermo Rodríguez. A medida que sobrevienen las jornadas desde que las distintas corporaciones de la ciudad de Córdoba recibiesen la propuesta de traslado de la Carrera Oficial al entorno de la Catedral, se han ido sucediendo las reacciones de quienes tienen sobre sus hombros la responsabilidad de tomar una decisión trascendental para el futuro de nuestra Semana Santa. Gente de Paz está siendo eje transmisor de la opinión vertida por algunos de los hermanos mayores, y ejerciendo de canalizador para que la opinión pública sea testigo de la realidad del hipotético cambio, de tal modo que se puedan evaluar las posibilidades reales de que un nuevo recorrido común en el entorno de la Catedral sea un hecho el próximo año o si tal vez será preciso situar el horizonte en un punto algo más lejano.
Miguel Ángel de la Torre, presidente de la Junta gestora que dirige los destinos del Amor, desde que tomara posesión el pasado 20 de diciembre, tras advertir que "aún no han tenido tiempo suficiente para evaluar con todo detalle el proyecto" recibido, manifiesta su optimismo mezclado con grandes dosis de prudencia a la hora de valorar la posibilidad de que el cambio sea posible. Un optimismo fundamentado en la creencia de que "las hermandades quieren hacer Estación de Penitencia en la Catedral" pese a que matice que "es necesario que todo este proceso se desarrolle sin prisas, si no puede ser en 2017 que sea en 2018".
Entre los puntos débiles del proyecto destaca, por encima de cualquier otra cosa, la inexistencia de la esperada segunda puerta y las complicaciones que su ausencia generan, materializadas en los "intervalos para el espectador de la Carrera Oficial, obligados a soportar parones derivados de que no sea posible una secuencia continuada, porque cada cofradía deberá esperar a que la anterior entre y salga del templo" y el "incremento del tiempo de ocupación de la Catedral" que ello provoca.
Además, De la Torre explica que el Domingo de Ramos se agudizan los problemas porque "todas las cofradías llevan música en todos sus pasos y hay dos hermandades con tres pasos", por lo que será imprescindible abordar un nuevo cambio de orden de paso de las cofradías por Carrera Oficial, algo a lo que las corporaciones del Domingo de Ramos están acostumbradas en los últimos años.
No obstante, considera que es factible el cambio en la medida en que detecta una "predisposición en todas las hermandades de acudir al mayor templo de la Diócesis" más allá de los puntos que considera más débiles de la propuesta, "la circulación fluida, los parones, los retrasos y un presumible recorrido más amplio fuera del itinerario común que pueda paliar estos problemas".
En el caso de su hermandad, De la Torre se muestra concluyente cuando afirma que "el Amor lleva mucho tiempo haciendo Estación de Penitencia en la Catedral y tienen la firme intención de seguir haciéndolo, pero dentro, no en el patio" y confiado en las posibilidades de materializar el cambio, "sin prisas", porque "la predisposición de las cofradías es un hecho contrastado, como lo es la disponibilidad del Cabildo, de la que tampoco hay dudas. El Cabildo ha mostrado sobradamente su interés porque la Carrera Oficial se traslade a la Catedral así como su cariño a las cofradías", matizando no obstante que serán necesarias "pequeñas concesiones y la generosidad de todos", cuestiones que también considera "al alcance de la mano" y sobre todo "que la Agrupación esté al servicio de las cofradías, canalizando lo que éstas manifiesten".
El punto que genera más dudas en la reflexión del máximo responsable de la corporación del Cerro estriba en la conveniencia de que el traslado sea efectivo antes de que la apertura de la segunda puerta sea un hecho, porque "si los políticos ven solución sin segunda puerta podrían plantearse que no es necesaria su apertura", por lo que concluye afirmando que "es perfectamente factible una Carrera Oficial con una única puerta, pero si realmente queremos dos, o esperamos a que esta sea un hecho o al menos a que tengamos el compromiso, por parte de la clase política, de que lo será".
Para finalizar, Miguel Ángel de la Torre, nos anuncia que María Santísima de la Encarnación, que está siendo sometida a unas labores de restauración por parte de las manos que la crearon, las del escultor Luís Álvarez Duarte, estará de regreso en su hogar de Jesús Divino Obrero, a principios del mes de octubre, fecha en la que será recibida con una misa de bienvenida, ya que las labores de resanación se encuentran muy avanzadas, tal y como comprobaron en una visita realizada a los talleres del artista hace apenas unos días.
