¡Tos por igual valientes!. ¡A esta es!
¡No veas mi arma las ganitas que tengo de verle la espalda a Baltasar y que empiecen las igualas a llenar los calendarios!. Que sí, que soy jartible, ¿y qué le voy a hacer, mi arma, si me gusta más un jaleo cofrade qué un botellín de Cruzcampo?. A mí me gustan las noches de invierno de ensayo de costaleros y la cervecita entre relevo de relevo en una taberna cofrade cualquiera. Y me gusta cómo suenan los ensayos de bandas en la lejanía del frío de enero. Y me da igual como llamen a eso, porque se pongan como se pongan los puristas, sin ensayos de costaleros y sin sonidos de bandas llenando el silencio de la noche, los eneros no serían eneros ni la Semana Santa Semana Santa. Que aquí todo suma para que luego todo este arte florezca bajo la primera luna llena de primavera.
Este año va a ser inolvidable en la orilla trianera del Río Grande. Ya hay quien está fabricando pancartas para adornar los balcones al paso de la Guapa de la Salud cuando vaya y vuelva de ser Coronada por Sevilla. Porque el Barrio León es el único lugar de Sevilla en el que a quien tienen ganas de verle la espalda no es a Baltasar sino al de Santa Marina. Y no será que algunos no han intentado por todos los medios deslucir la Coronación por culpa de las luchas palaciegas que tanto gusta a determinados personajillos. No les habló de los candidatos que legítimamente han aspirado a la vara dorada, ni siquiera los primeros espadas que los acompañaban, sino de muchos individuos de dentro y de fuera de la Hermandad que han estado echando leña al fuego desde meses antes de que las urnas dictarán sentencia, con el riesgo de provocar o de avivar una fractura social que ya tuvo su primer capítulo hace cuatro años y que algunos se han empeñado en revivir. Con el ejemplo cierto de lo ocurrido en muchos otros lugares, bien harían quienes tienen la responsabilidad de dirigir la Hermandad en tender puentes y no aumentar distancias. Porque la historia los juzgará por eso más incluso que por haber coronado a la Reina de sus sueños, en lo que será sin duda la gran cita del año, con permiso de los frailes.
Y es que los del Santo Ángel también prometen liarla parda en Sevilla este año. La extraordinaria exposición será todo un hito en la Sevilla del siglo XXI y la procesión que se prepara una verdadera extraordinaria, no como otras. Tan extraordinaria que incluso ha hecho recular a quienes hace tan sólo unas semanas se llevaban las manos a la cabeza invocando un presunto agravio comparativo con las hermandades sevillanas por la facilidad con la que los frailes han podido organizarla y ahora habla de hecho insólito por ver a un crucificado de Montañés por las calles de Sevilla -que lo es- y que su planteamiento ha de servir de ejemplo para extraordinarias del futuro. Un "donde dije digo, digo Diego" en toda regla, incluido un "ni mu" por una banda de música, que hace tres días parecía un sacrilegio. Cosas de la coherencia... ya ustedes saben.
El Vía Crucis de Montensión, que en la calle Feria ya se vive como un hito histórico y la posible decisión de los hermanos de la Resurrección, son otros de los elementos que prometen convertir 2017 en un año muy intenso, más intenso que lo que algunos se han puesto con lo del príncipe independentista en el Gran Poder, ¡que tampoco es para tanto, mi arma!. Si vemos que saca una estelada, ya si eso le montamos una manifestación, pero a lo mejor el hombre predica bien y todo, que por muchas tontás que diga sobre política, dineros o lengua, de momento, que se sepa, en la Basílica ha hablado en castellano, ¿no?... ¡pues eso!. Ea, que espero que hayan entrado bien el año y se terminen se prontito los mantecados, que la cuesta de enero ya se atisba en el horizonte y me da que vamos a tener que subirla a base de izquierdazos.
¡Ahí queó!
Costal Hero
Foto Benito Álvarez
