Nuestra Señora de la Piedad es tallada por Juan Martínez Cerrillo entre los años 1957 y 1958. Saldría por primera vez el Martes Santo de 1959, para lo cual se compró el palio que la Virgen de las Angustias llevó entre los años 1938 y 1957 y cuyos bordados se aprovecharon posteriormente para confeccionar el manto de la Reina de Salesianos.
La imagen es restaurada por el escultor Miguel Ángel González Jurado, en una polémica intervención que altera considerablemente la encarnadura de la talla. En el año 2006 vuelve a ser
restaurada por el restaurador José Luis Ojeda Navío para recuperar su fisonomía original.