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viernes, 26 de abril de 2013

La Virgen de la Cabeza. Las pérdidas de las Cofradías en la Guerra Civil

En 1949 el entonces Obispo de Jaén, D. Rafael García y García de Castro, declaró parroquia al Real Santuario de la Virgen de la Cabeza, para que se ocupara de atender espiritualmente a los vecinos de su entorno serrano, diseminados en las distintas fincas de los alrededores, en el poblado próximo a él y en el existente junto al pantano de La Lancha, construido en los años veinte del siglo XX.

Pero hasta llegar a ser sede parroquial, el Santuario ha pasado por distintas vicisitudes, desde su origen. Según todos los indicios, las obras de construcción comenzaron en 1287 y terminaron en 1304 siendo primero una pequeña ermita que el pueblo de Andújar edificara en pleno corazón de Sierra Morena. Sin embargo las ampliaciones y reformas han sido casi constantes a través de los tiempos alcanzando su máximo esplendor en el siglo XVI, años 1530 y 1590, cuando se convirtió en Santuario, muy parecido al que hoy conocemos.


En el siglo XX, durante la guerra civil, el Santuario de la Virgen de la Cabeza fue escenario de un hecho de armas que ha quedado vinculado a su historia. En 1936, un grupo de guardias civiles y paisanos al mando del capitán D. Santiago Cortés González se refugiaron en el Santuario, resistiendo durante casi ocho meses el ataque de las tropas republicanas. El resultado fue de más de cien muertos, la destrucción del Templo y la perdida de la imagen de la Santísima Virgen de la Cabeza. 


Posteriormente la Dirección General de Regiones Devastadas procede a reconstruir el Santuario. Para ello se constituye en abril de 1940 una Comisión Ejecutiva presidida por el Director General, D. José Moreno Torres, siendo elegido en 1941 como arquitecto D. Francisco Prieto Moreno, conservador de la Alhambra de Granada. Las obras se terminaron en 1943, sufragándose los gastos mediante una suscripción popular a nivel nacional.

La nave central se separa de la Capilla Mayor por una reja del siglo XVI, restaurada por la Escuela de Artes y Oficios de Granada, que cierra un vano con arco de medio punto. El Altar Mayor presenta en el centro un gran espacio, tras el cual se encuentra el camarín de la Virgen; talla de José Navas Parejo, que sustituyó a la antigua desaparecida durante la guerra civil.

Las capillas laterales de la nave están ocupadas por diferentes altares, conteniendo diversas imágenes, tales como un Crucificado del escultor Mariano Benlliure, la Virgen del Pilar, el Beato Marcos Criado, San Juan Bautista de la Concepción, la Santísima Trinidad y la Virgen del Carmen. En el coro existe un magnífico órgano, obsequio de la Guardia Civil, inaugurado por el famoso organista maestro Guridi. Tras la Capilla Mayor se encuentra la sacristía.

La Comunidad Trinitaria ha abordado dos nuevas ampliaciones. La primera consistió en la elevación de la planta de saliente, construyéndose otro pabellón en la zona posterior del ala Norte. Se completó así, de un modo armónico y funcional, toda la estructura del patio claustro. La segunda fase se realizó en 1965 en toda el ala norte, añadiéndose un edificio de tres plantas para ampliar las dependencias de los sacerdotes Trinitarios que atienden al culto, permanentemente desde 1930.

Ellos crearon, recientemente, un museo mariano que conserva gran cantidad de enseres y obras de arte que muestran la importancia que a través de los siglos ha tenido y tiene Ntra. Señora de la Cabeza.




La Aparición de la Virgen. La leyenda

Un pastor de Colomera (Granada), llamado Juan Alonso Rivas, apacentaba su ganado, cabras y ovejas, en las alturas de Sierra Morena junto a la cumbre del Cabezo. Era cristiano sencillo y fervoroso, quizá algo entrado en años y estaba aquejado de una anquilosis o paralización total en el brazo izquierdo.

Empezaron a llamar su atención las luminarias que divisaba por las noches sobre el monte cercano a donde tenía su hato y a las que se sumaba el tañido de una campana. Finalmente quiso salir de duda y en la noche del 11 al 12 de agosto del año 1.227 resolvió llegar a la cumbre.

A su natural temor sucedió una expresión de asombro y gozo, porque en el hueco formado por dos enormes bloques de granito, encontró una imagen pequeña de la Virgen, ante cuya presencia se arrodilló el pastor y oro en voz alta entablando un diálogo con la Señora.

La Santísima Imagen le expresó su deseo de que allí se levantara un templo, enviándolo a la ciudad, para que anunciara el acontecimiento y mostrara a todos la recuperación del movimiento en su brazo y de esta forma, dieran crédito a sus palabras. Bajó a la ciudad y anunció el suceso que no tuvieron más remedio que creer ante le testimonio de su brazo curado.



La Historia

Para Terrones Robles (1657), a los pocos días de aparecerse la Santa Imagen, se erigió y fundó una Cofradía en su nombre y advocación y en la que entraron por cofrades casi todos los vecinos de la ciudad. De la misma opinión es Salcedo Olid (1677), coetáneo de Terrones Robles y primer historiador de Ntra. Sra. de la Cabeza, quien afirma además, que la Cofradía Iliturgitana tuvo su base y fundamento en la comisión de vecinos, nombrada por el Consejo local, para traer la milagrosa Imagen a Andújar y añade, que desde entonces esta comisión se encargó de la administración de la fiesta y de su Santuario, ocupando estos cargos directivos caballeros de cualquier linaje.

Durante todo los siglos XIV y XV, y dada la fama de milagrosa que tenía Imagen, la devoción a la Stma. Virgen de la Cabeza irá creciendo, aumentando también, el número de cofrades y peregrinos que asistían anualmente a su Romería, siendo la más antigua conocida. Según Salcedo Olid, para su celebración, el pueblo de Andújar elegía anualmente a prioste, alcaldes y diputados que habían de organizar y dirigir la fiesta, así como nombraba el rector y capellanes del Santuario, sin que en estos nombramientos y elecciones pudieran intervenir ninguna autoridad.


Es en el siglo XVI, donde encontramos los primeros estatutos conocidos de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza de Andújar y que datan de 1505, cuando el ilustre obispo de Jaén, confirmó los estatutos por los que la Cofradía venía rigiéndose desde hacía doscientos años; posteriormente en 1557 y 1565, los obispos gobernantes confirmaron solemnemente la aprobación hecha de su antecesor. Por este y otros documentos, sabemos que la Cofradía tenía un marcado carácter asistencial con sus cofrades y enfermos del Hospital de Ntra. Sra. de la Cabeza que, además gobernaba y regia en Andújar. En este lugar hacia la Cofradía sus cabildos o juntas y, en la Ermita allí construida, celebraban su fiesta el primer domingo de mayo después de la celebración en la sierra (último domingo de abril). Con la llegada del siglo XVII, la romería alcanzó su máximo esplendor. La devoción a la Santísima Virgen se pone de manifiesto a través de los siglos por escritores como Miguel de Cervantes, Lope de Vega o Pedro Calderón de la Barca.

Desde la aparición de la Imagen son numerosas las Cofradías que por toda España se formaron hasta las 69 que existían en el siglo XVII y que en otros tiempos llegaron a pasar del centenar. La Real Cofradía Matriz de Andújar es la principal de todas las existentes, tienen como titular a la Virgen de la Cabeza. En la actualidad existen más de 80 Cofradías y algunas que están en formación o reconstitución.

Ya en el siglo XVIII, la Cofradía de Andújar cesa en la administración exclusiva del Santuario en 1703, y el Real Consejo de Castilla, durante el reinado de Carlos III, suspendía y disolvía las Cofradías prohibiéndose la celebración de Romerías en el Cerro en 1773, lo que afectó notablemente a la Cofradía que perdió la mayoría de sus cofrades. Después de solicitada su reposición, el 24 de mayo de 1782, el Rey derogó lo dispuesto y se aprueban los nuevos Estatutos de la Corporación iliturgitana.

Durante el siglo XIX, la invasión francesa y sobre todo la supresión de Cofradías de toda España durante el gobierno de Mendiazabal y confiscación de todos sus bienes por el decreto de desamortización del gabinete de Espartero, en 1841, mermó más si cabe la Cofradía, que el 24 de abril de 1844 solicitaba a S.A.R. Isabel II la restitución del Santuario e Imagen de la Stma. Virgen firmándose el decreto de restitución en diciembre de ese año. Posteriormente, S.M. es nombrada Hermana Mayor perpetua y concede el título de Real a la Cofradía.

En el siglo XX, en 1930, los PP. Trinitarios asumen el cuidado del Real Santuario por decisión del obispado de Jaén, y es durante la Guerra Civil en 1936, cuando se produce el hecho que ha marcado profundamente a la Cofradía de Andújar, la practica destrucción del Santuario y sobre todo la desaparición la Imagen de la Stma. Virgen. Terminada la guerra, se realiza nueva Imagen y se reconstruye el Santuario, resurgiendo así la romería con la misma fuerza de siempre, y por supuesto su Cofradía Matriz.


Por la bula del Papa San Pío X, en 1909, se decreta la Coronación Canónica de la Virgen de la Cabeza y la nombra oficialmente Patrona de Andújar, y por la bula de 1959 del que también fue santo el Papa Juan XXIII se declara su patronazgo sobre la Diócesis de Jaén, celebrándose una coronación de desagravio en 1960. En 2001, la Junta de Andalucía, concede a la Cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza, de Andújar, la medalla de oro de Andalucía. En 2009, el Papa Benedicto XVI otorga a la Virgen de la Cabeza la Rosa de Oro, tratándose de la máxima distinción pontificia y la primera a favor de una imagen de la Santísima Virgen en España. En 2010 el Santuario de la Virgen recibe la catalogación de Santuario Menor.


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