Unos 4.000 devotos participaron en la cita religiosa de Santaella.
Las calles de Santaella se vistieron de gala para conmemorar el Año de la Fe en una jornada marcada por la emoción con la Procesión Magna, en la que brilló con luz propia la patrona de la villa, la Virgen del Valle. Así, la plaza Mayor fue el escenario en el que las hermandades y grupos de la localidad pusieron lo mejor de sí mismas para tomar parte en un desfile único. Unas 4.000 personas acompañaron a los pasos en los distintos recorridos por el casco urbano, según la comisión organizadora.
El evento ha servido además para que la localidad vea incrementado notablemente el número de visitantes durante el fin de semana con la llamada de la Procesión Magna.
La jornada arrancó con la salida extraordinaria de la Virgen del Valle desde su santuario, acompañada por miles de fieles pese al calor reinante. La Señora de la Campiña realizó su recorrido hasta las Tres Cruces, donde se incorporó al cortejo el patrón de la localidad, San Francisco de Paula, escenificando así una procesión única, que bajó por la calle del Valle hasta llegar a la ermita del Santo Cristo. Sólo unas horas después, se inició el acto central de la Procesión Magna con la salida simultánea de todos los pasos desde distintos puntos del casco urbano.
Así, los patrones lo hicieron desde el Santo Cristo, al igual que el Cristo de la Veracruz y Nuestra Señora del Mayor Dolor, mientras que Nuestro Padres Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad lo hicieron desde su casa de hermandad en el Barrio Bajo y las imágenes de la Borriquita, Cristo Amarrado a la Columna, San Juan Evangelista, María Magdalena, Santa Mujer Verónica y Cristo Resucitado lo hicieron desde la iglesia de la Asunción, convirtiendo así el casco antiguo de la villa en un hervidero de devotos, deseosos de acompañar a los titulares en su recorrido.