Los arquitectos ultiman el proyecto de la segunda puerta que piden las cofradías.
El cerco sobre la segunda puerta de acceso al interior de la Catedral para las cofradías se estrecha. El Cabildo ha comprendido la necesidad de contar con este vano y ya trabaja en un proyecto para hacerlo realidad que será bastante distinto al que rechazó la Junta de Andalucía hace más de un año y que se terminó por retirar. En muchas cosas, pero sobre todo en una esencial: buscará únicamente conseguir que la celosía se pueda abrir y cerrar como una puerta normal, de forma que por allí puedan pasar por los cortejos procesionales.
Así lo confirmó el presidente del Cabildo Catedral, Manuel Pérez Moya, quien explicó que los arquitectos conservadores de la antigua Mezquita, Gabriel Rebollo y Gabriel Ruiz Cabrero, trabajan en la redacción de este proyecto, que se centrará únicamente en este punto. No se hablará de la remodelación de la fachada norte, algo que sí contemplaba el interior, y con actuaciones bastante atrevidas.
Pérez Moya aseguró que todavía no hay plazos, pero sí insistió en que los arquitectos están estudiando cómo conseguir que la celosía, que por su propia definición es inmóvil, se convierta en algo parecido a una puerta. Tampoco se sabe el procedimiento exacto: si se construirán bisagras para que se pueda abrir o se hará corrediza. El proyecto que realicen los arquitectos lo determinará, aunque Pérez Moya insistió en que el aspecto exterior de esta construcción ideada por Rafael de La-Hoz en 1972 será el mismo. Sí descartó que se pueda montar y desmontar para Semana Santa.
Dos toneladas
«Se trata de una construcción de 2.000 kilos, sería muy complicado», explicó el presidente del Cabildo Catedral. Se abriría y cerraría al paso de las hermandades y cuando estuviera cerrado presentaría el mismo aspecto que hoy. Se trata de construcciones muy complejas, que tienen siete metros de altura y cincuenta centímetros de grosor, lo que hace que toda actuación sea muy delicada y compleja.
Lo que parece claro es que la segunda puerta de la Catedral que reclaman las hermandades como requisito indispensable para poder pensar en un traslado allí de la carrera oficial, no estará tampoco disponible para la Semana Santa de 2014. Los arquitectos están ahora mismo en el momento de redactar el proyecto y deberán hacer las pruebas necesarias. Después, el texto se elevará a la Junta de Andalucía, que es quien tiene la competencia de velar por el patrimonio histórico, y la Comisión Provincial de Cultura, decidirá si lo autoriza o no. Los plazos hacen difícil que esté para el mes de abril del próximo año. El anterior delegado de Cultura, Ramón López, ya se había mostrado partidario de una solución técnica de este tipo, que permite a las hermandades utilizar toda esa nave, y así el debate sobre las actuaciones en la fachada norte podría marchar a su ritmo. El presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel, daría poco después una respuesta parecida, en el sentido de que lo que se pide es una puerta, y nada más, y el Cabildo ha cogido el guante y se ha aplicado para conseguirlo.
Se trata de la última vuelta de tuerca a un deseo, en el de la segunda puerta para las cofradías, que se acaricia de forma intensa entre las hermandades desde hace años, pero de forma más intensa en un momento que se puede fijar hace justo cinco años, a finales de 2008. Para entonces, la Agrupación de Hermandades y Cofradías hizo la propuesta formal al Cabildo de habilitar alguno de los vanos tapados con celosías desde los años 70 para que pudiese haber un flujo constante de hermandades y tuvieran dos accesos al interior. Los arquitectos acogieron esta idea como «viable» desde el comienzo, pero el proyecto avanzó a un ritmo tranquilo.
Poco después el ya obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, urgió a dar pasos para conseguirlo y el Cabildo terminó el proyecto, que no se centraba únicamente en la celosía, como ahora, sino que afectaba a toda la fachada norte del interior del templo, la que da al Patio de los Naranjos. En las últimas décadas se había actuado en numerosos puntos de la antigua Mezquita y se habían hecho restauraciones brillantes casi siempre, pero si había algún punto que presentaba una imagen mejorable, era ése, por lo que el Cabildo entendió que era el momento de conseguir una mejora global para una fachada que presentaba actuaciones de todo tipo. Por eso se planteó un ambicioso proyecto que hacía que todos los vanos fueran iguales, con puertas de piedra de ágata. Simultáneamente, el arquitecto Rafael de La-Hoz Castanys, hijo del autor de la celosía, se interesó por que estas piezas no estuvieran relegadas con el plan.
La Junta de Andalucía rechazó este proyecto por demasiado agresivo y arriesgado y el Cabildo ahora ha optado por resolver el problema del segundo acceso de forma individual, ya que incluso barajó habilitar la puerta más próxima a la de los Deanes, por la que acceden los turistas, para las hermandades, si bien supone mayores dificultades de acceso.