El otro día me solicitaron un artículo que saldrá publicado todos los sábados para Gente de Paz, y la verdad, que me ilusionó y que agradezco desde estas líneas.
Y al pensar con qué tema podía comenzar mis relatos, fueron varios asuntos los que me vinieron a la cabeza, tanto cofrades como de la vida misma, que podemos extrapolar a nuestro devenir en el día a día.
Aún asustado o mejor dicho aliviado por lo que podía haber sucedido en una macro fiesta en Córdoba, se me vino a la cabeza el recuerdo de las cinco chicas de Madrid, que acaba de cumplir un año de su fallecimiento...
No puedo dejar de pensar en Marta, la joven sevillana, que aún sus padres no pueden rezar ante un lugar donde descanse eternamente. ¿No puedo llegar a entender como nadie ha podido sacar a los “asesinos y cómplices” dónde está su cuerpo?
O cómo, nuestra ciudad, fue noticia por un “padre” sin escrúpulos capaz de matar a sus dos hijos. A dónde vamos a llegar con tanto pasotismo por parte de la sociedad.
O cómo unos señores llamados “jueces” en Estrasburgo, pueden opinar sobre un asunto tan delicado como el terrorismo que hay en España y si un asesino con varios muertos en su conciencia, que no deben de tener, tiene derecho a la libertad…
…Y para colmo de la indignación, que tenga derecho a ayudas sociales y las reclame con toda su “cara” y complicidad con sus “amigos”, igual de culpables que ellos.
Ante este último tema de las ayudas, me río por no llorar, porque esta visto y demostrado, que en este país como no tengas un carnet político o sindicalista no te comes una rosa, perdón quería decir una rosca.
Por supuesto, para los que vienen de fuera las hay. Y no digo que no merezcan esas ayudas, pero habría que mirar por la gente de dentro que también lo está pasando muy mal, pero que muy mal…
Y ante todo esto y más cosas que me dejo atrás, tenemos las gachas, los huesos de santo, etc… nuestras tradiciones parece que las olvidamos o somos cada día menos los que seguimos creyendo en ellas.
Lo digo porque, la verdad, ver a nuestr@s niñ@s más pequeñ@s, disfrazados por la noche de Halloween, te parecen graciosos, pero cuántos niños en aquel país se pondrían una túnica de nazareno por la Quinta Avenida o de esclavina, o un traje de flamenco…
La verdad, me asusta y preocupa la desgana que existe por lo nuestro, la sociedad actual parece demasiado pasota y más entusiasmada por lo del exterior…
Bueno os dejo, que tengo que prepararme para ir a misa, por la FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS, tomar unas cervezas y tapas con algunos amig@s, y después a ver la Procesión de Gloria de mi Hermandad de la Oración en el Huerto, de Ntra. Sra. del Amparo, porque a mí me gustan aún más mis tradiciones…
Pachi Giraldo
