"Sevilla, la milenaria, la vieja abuela de cuentos y de historias legendarias, que me lleva en sus recuerdos aquella primera marcha, que escuchaba to los años por el parque de mi infancia… viendo a la Virgen del mundo, con fantasía… y con magia."
Comienza así Pascual González una de las partes centrales del espectáculo, que luego fue sacado en disco y DVD "Sevilla reza cantando". Hablaba de esa Virgen del mundo, entre plantas en jardines majestuosos, que a su paso nos iba iluminando de esa Paz que tanto necesitamos.
Todos hemos tenido una vieja abuela de cuentos. Todos, hemos tenido al hermano/a, de nuestra familia o de Hermandad, a nuestro padre, madre, amigo mayor que nosotros, abuelos/as, igualmente de nuestra familia, o de esa familia en la que ejercían como abuelos cofrades personas como Doña Carmen Jurado, o Don José Gálvez, Pilar o Pepe Campos y como no Rafael Muñoz, hablándonos de los comienzos del costal en nuestra ciudad.
Esos viejos abuelos de cuentos que te contaban, que la ciudad era otra en días señalados para todos los cofrades. Contaban y recordaban momentos históricos, y se emocionaban y nos emocionaban, dejándonos totalmente embobados con sus historias.
Cuántos viejos abuelos, aunque no fueran viejos en edad, pero si en experiencias y vida cofrade tendrían que asomarse por las Redes Sociales. Hay tantísimos... Y algunos que se han asomado, se han enterado hace poco que no eran cofrades por aparecer precisamente en estos medios (así lo afirmó Manuel Quirós en una entrevista televisiva hace unos días).
Algunos, en vez de viejo abuelo de cuentos, va a ser el abuelo cebolleta. Pues alguno no es viejo, al menos del todo, lo que yo considero viejo como tal, y nos van contando más bien, en vez de cuentos, milongas...
Yo no entiendo, a los que en vez de escuchar a los viejos abuelos, los que pueden contar qué fue de su Hermandad, o más bien, en qué Hermandad están, que algunos no lo saben, se tragan las referidas milongas que les transmite alguien que va de líder, pero no sé líder de qué o de quién.
Más miedo me da, que este tipo de abuelos cebolletas, los que empiezan las frases siempre con un "yo hice", "por mi", "gracias a mi" y siempre el "yo, yo, yo y yo", sean arropados por algunos que supuestamente (digo supuestamante, por lo que últimamente veo que se estila) tendrían que informarnos a los cofrades, que lo somos, le pese a quien le pese, en lugar de dedicarse al enaltecimiento personal.
Esos, si son cofrades, por descontado.
Avanza la Cuaresma, disfruten por lo tanto de las viejas abuelas de cuentos, escuchen atentamente sus vivencias, algunas de las cuales se habrán perdido por el tiempo pero no borrado de nuestra historia, y es siempre bonito e importante aprender qué sucedió en el pasado, pues a veces la historia se repite. Otras, nos habremos nosotros encargado de fulminarlas.
Lo que nadie podrá matar, es que el cofrade ame todo lo que huela a incienso, y que los blogs, webs, redes sociales varias... cofrades de internet en definitiva, a los que algunos pretender denostar, con una sola imagen de cualquier Titular Sagrado, pueda oler más a verdad e incienso que algunos gurús que se creen por encima del bien y del mal y que siguen dando lecciones sin querer enterarse que somos muchos lo que ya no tenemos el más mínimo interés por escucharles porque el interés se perdió cuando se perdió la verdad.
Y cómo no, disfruten de esa vieja abuela de cuentos que es nuestra Córdoba, pues ella también tiene mucho que contar de nuestra Semana Santa.
Fernando Blancas Muñoz
Recordatorio La Chicotá de Nandel
