Santo Domingo vivió ayer su día grande. Varios miles de
personas, peregrinos a pie, a caballo o montados en carrozas, participaron en
la romería que un año más es el preludio del mes grande de Córdoba: mayo. Como
marca la tradición, a las ocho en punto de la mañana un cohete anunciaba que
era el momento de la reunión de la comitiva en la avenida República Argentina.
Los romeros comenzaban su particular jolgorio, mientras media Córdoba
aprovechaba las horas de sueño que les regalaba la jornada dominical.
El sol comenzaba a dejarse ver y las temperaturas, a pesar
de que aún era temprano, eran bastante llevaderas, por lo que se preveía que la
jornada iba a ser inmejorable. Un total de 15 carrozas montadas por las peñas y
la oficial de la romería formaron el cortejo, que un año más fue toda una
explosión de color para celebrar así la llegada de la primavera. En el punto de
encuentro de la romería un año más no faltó a la cita la edil de Fiestas,
Amelia Caracuel, que estuvo acompañada por el subdelegado del Gobierno, Juan
José Primo Jurado, y el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Luis
Martín. Los tres participaron en la ofrenda floral que cada año tiene lugar en
el monolito situado en los Llanos del
Pretorio, como homenaje a las dos agentes de la Policía Local asesinadas por
Claudio Lavazza. En la romería también se dejaron ver, y en la misa que tuvo
lugar a mediodía ya en el santuario de Scala Coeli, el alcalde, José Antonio
Nieto, el líder de UCOR, Rafael Gómez, o la delegada de la Junta en Córdoba,
Isabel Ambrosio.
Pero los verdaderos protagonistas de la jornada fueron los
romeros, que un año más consiguieron que la primavera renaciera en Santo
Domingo, uno de los parajes más bellos de la sierra cordobesa. Durante varios
días han trabajado en sus carrozas para que ayer lucieran a lo grande en la
romería, que antecede a la de la Virgen de Linares, y que volverán a lucirse en
la Batalla de las Flores. La encargada de que a los romeros no les faltase de
nada durante el camino que les conducía a Santo Domingo fue un año más Paula
Pozuelo, la presidenta de la romería. Desde primera hora de la mañana
controlaba que no faltara ni un solo detalle antes de que partiera la comitiva.
"Nos está haciendo un día estupendo para poder disfrutar del que es
nuestro día grande", dijo, sin dejar de lado los preparativos del desfile,
que finalmente partió pasadas las 09:00. Sin embargo, Pozuelo lamentó que la
coincidencia de la romería con otros eventos, como la celebración de la Cata o
la Feria del Libro, había provocado que este año fueran menos los romeros que habían
participado en la salida. "La romería ha coincidido con un fin de semana
en el que se están celebrado mucho eventos porque la Semana Santa ha sido muy
tarde, pero espero que con el paso de las horas sean más las personas que se
animen a disfrutar de esta jornada romera", dijo Pozuelo. Y, al final, sus
previsiones se cumplieron.
Después de la caminata los romeros festejaron en el
santuario de Scala Coeli el milagro de San Álvaro de Córdoba, fraile dominico
que en una de sus visitas a la ciudad recogió a un mendigo enfermo que resulto
ser Jesucristo. Algunos de los romeros incluso habían pasado la noche en el
santuario enclavado en la sierra para disfrutar de la jornada festiva desde
primera hora de la mañana. "Cuatro o cinco personas incluso han acampado
aquí", aseguró Pozuelo.
Las peñas con sus carrozas se fueron colocando para celebrar
los tradicionales peroles y disfrutar de un día de alegría y convivencia. El
presidente de la Peña Amigos de Fátima, Francisco Lara, comenzaba a cortar las
primeras tapas de jamón y queso que servirían de aperitivo. "La jornada
está siendo espléndida. Hace un sol primaveral y radiante que es el marco perfecto para celebrar una buena
romería", dijo Lara, mientras muchos de los miembros de la peña comenzaban
a tocar las palmas y a marcarse unas sevillanas.
A mediodía también se dieron a conocer los premios de las
carrozas ganadoras, que entregó el hermano mayor de la Hermandad de San Álvaro,
Rafael Jurado. El premio especial recayó en la carroza de la Peña Amigos de San
Lorenzo, que recreaba la estampa de la plaza de la Fuenseca. El primer premio
fue a parar a la Peña Los de Santiago, el segundo fue para La Alegría de la
Viñuela y el tercero para Ritmo y Compás. Pero, más allá de los premios y los
galardones, ayer lo más importante era pasarlo bien y aprovechar una jornada de
fiesta que está marcada en rojo en el calendario de la ciudad. La semana que
viene es el turno de la romería de la Virgen de Linares, que junto a la de ayer
marca el preludio del mayo cordobés.